Aunque la pizza tiene origen italiano, en Estados Unidos, debido a la inmigración, crearon sus propios estilos y le añadieron otros ingredientes. La base de este tipo de pizzas es un poco más gruesa y llevan productos como el pollo o la salsa barbacoa. Toma nota de esta versión.
Para la masa
- 300 g de Harina de fuerza
- 7 g de Levadura fresca
- 1 cucharadita de Sal
- 2 cs de Aceite de oliva virgen
- 1 vaso de Agua templada
Para la cobertura
- 1 unidad de Pechuga de pollo
- 1 unidad de Cebolla
- 1 bola de Queso mozzarella grande
- Salsa barbacoa
- Sal
- Aceite de oliva
- Pimienta blanca
- Perejil fresco
LA MASA
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1.
Comienza tamizando la harina sobre un cuenco grande.
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2.
Echa la cucharadita de sal, remueve y haz un volcán en el centro, distribuyendo la harina hacia las paredes.
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3.
Diluye la levadura en el agua templada y agrega esta mezcla al centro del volcán.
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4.
Mezcla, añade el aceite y remueve para que junten todos los ingredientes.
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5.
Enharina una superficie en la cocina y pon la masa encima para comenzar a amasar.
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6.
Amasa hasta que deje de pegarse en tus manos y forma una bola compacta.
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7.
Introdúcela en un bol grande, pinta la superficie con aceite y tapa con un trapo húmedo para dejar que repose entre 30 minutos y 1 hora, dependiendo del calor. Tiene que doblar su volumen.
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8.
Amasa un poco más y estira con el rodillo para darle la forma que prefieras pero no la dejes muy fina.
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9.
Deja que repose nuevamente 15 minutos más una vez estirada.
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1.
Trocea la pechuga de pollo en tiras y salpimenta.
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2.
Cocina sin dejar muy secas en una sartén con un pelín de aceite.
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3.
Cubre la masa de la pizza con salsa barbacoa y coloca encima la mozarela cortada en rodajas.
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4.
Añade las tiras de pollo y la cebolla cortada en trozos no muy pequeños.
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1.
Mete la pizza en horno precalentado a unos 200ºC.
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2.
Hornea entre 10 y 12 minutos.
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3.
Saca la pizza, espolvorea perejil fresco y lleva a la mesa para cortarla en porciones ¡y a comer!
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