/ 
clock 30min | easyFácil | 6 COMENSALES

Pesto al cuadrado

Pesto al cuadrado

¡Gracias por votar! ¡Ya has votado!

El pesto más tradicional está hecha con piñones, queso parmesano, ajo, aceite de oliva y albahaca. Te mostramos cómo hacer esta salsa ideal para acompañar a cualquier pasta, pero también te proponemos una versión roja, a la que añadimos tomate seco y un poco de guindilla. Ambas recetas también son perfectas para tomar, por ejemplo, con carne de pollo o de ternera, o untar sobre una tosta de pan como base de queso y/o algún embutido.

Para el pesto verde
  • 100 g de Queso parmesano
  • 1 diente de Ajo
  • 40 g de Albahaca fresca
  • 70 g de Piñones
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Agua
  • Sal
Para el pesto rojo
  • 12 ud de Tomates secos en aceite
  • 1 diente de Ajo
  • 20 g de Albahaca fresca
  • 1 diente de Ajo
  • 50 g de Queso parmesano
  • 1 ud de Guindilla
  • Azúcar blanca
  • Sal
  • Aceite de oliva virgen
PARA EL PESTO VERDE
  1. 1.

    En un mortero machacamos los ajos pelados y picados, añadimos las hojas de albahaca, los piñones y la sal.

  2. 2.

    Majamos hasta formar una pasta homogénea.

  3. 3.

    Añadimos aceite de oliva y mezclamos hasta que espese aunque podemos aligerar con un pelín de agua.


  4. 4.

    Rallamos el queso parmesano y seguimos majando bien con la mano del mortero.

  5. 5.

    Probamos de sal y rectificamos si hiciera falta.

  6. 6.

    Servimos en un cuenco, tapamos y dejamos reposar en la nevera hasta que lo usemos.
PARA EL PESTO ROJO
  1. 1.

    Esta versión la vamos a hacer con batidora.

  2. 2.

    En el vaso ponemos los tomates, los piñones, el ajo pelado, las hojas de albahaca, la guindilla, un poco de azúcar y otro poco de sal.


  3. 3.

    Añadimos también un poco del aceite de oliva, trituramos y vamos añadiendo más cantidad hasta obtener la textura del pesto.

  4. 4.

    Finalmente rallamos el parmesano rallado y mezclamos bien, añadiendo más aceite de oliva si fuera necesario y algo de agua si nos ha quedado demasiado espeso.

  5. 5.

    Volcamos en un cuenco y dejamos reposar el pesto en el frigorífico para que todos los sabores se asienten bien.