'Linguine' es un tipo de pasta aplastado similar al 'spaghetti', que es originario de la región italiana de Campania. En España se conocen como 'tallarines' y son fruto de las elaboraciones más variadas y deliciosas. Como cualquier pasta, estamos ante un auténtico comodín, que admite infinidad de ingredientes diferentes. En esta receta, los mezclamos con pollo, puerro, nata y pimienta negra.
- 400 g de Linguine
- 200 g de Pollo cortado en tiras
- 4 ud de Puerro
- 1 brik 1/2 litro de Nata para cocinar
- 4 cs de Aceite de oliva virgen
- 1 ud de Yemas de huevo
- Sal
- Pimienta negra
- Queso parmesano (cuña para rallar)
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1.
Cuece la pasta en una cazuela con agua salada hirviendo el tiempo que indique el fabricante.
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2.
Fríe los trozos de pollo previamente salpimentados con un poco de aceite en una sartén, retira y reserva.
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3.
Quita la primera capa de los puerros, pícalos y rehoga en la misma sartén con sal y pimienta y algo más de aceite, déjalos al dente.
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4.
Escurre los 'linguine', reservando un poquito de agua de la cocción, y mezcla con el pollo y con el puerro en la cazuela donde has hervido la pasta.
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5.
Mezcla la nata con la yema de huevo y añade, junto al chorrito de agua de la cocción reservado.
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6.
Remueve con una cuchara de madera y deja que cocine a fuego lento hasta que se integren todos los ingredientes y se forme una ligera crema.
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7.
Sirve los 'linguine' y cuando los lleves a la mesa, dales un toque de pimienta recién molida y ralla un poco de queso parmesano por encima.
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