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Prepara la reina de las tartas este 'finde'

La de queso es una de las tartas que más entusiasma en todo el mundo. En numerosos países tienen sus recetas, pero básicamente hay dos formas de elaborarlas: con o sin horno. Te explicamos las diferencias entre ambas y te proponemos 5 maneras de prepararlas

Hay numerosos ránkings de cuáles son las mejores. En casi todos los restaurantes forman parte de la carta de postres. La puedes comprar en numerosas pastelerías. O también hacerla tú en casa. Pero antes, tienes que saber que la tarta de queso, de la que existe infinidad de recetas repartidas por todo el mundo, básicamente se puede preparar de dos formas: con o sin horno. Y a partir de ahí, las variedades son incontables, llevan ingredientes distintos, varían las coberturas, cambian las presentaciones... ¡Es un postre que se presta a la creatividad que cada cocinero le ponga!

Habitualmente la que se hace en el horno es una mezcla de queso (gana por goleada el queso crema aunque admite fresco, azul, brie, etc), huevos, en ocasiones nata, y azúcar -aunque valen otros edulcorantes como la leche condensada-. Y cada vez se han puesto más de moda las que se dejan muy cremosas, casi líquidas por dentro, como la que hacen en 'La Viña', de San Sebastián, replicada hasta la saciedad en multitud de sitios.

Aunque se identifica la tarta de queso con la 'cheesecake' norteamericana, cada país tiene la suya propia, y parece ser que el origen está en Grecia, con el feta como base. En Italia lleva queso mascarpone, ricotta y miel, los alemanes añaden queso 'cottage' y los japoneses la hacen a base de claras de huevo y almidón de maíz, por citar sólo algunos ejemplos.

La otra fórmula más extendida a la hora de elaborar una tarta de queso es la que se hace sin fuego, en frío, añadiendo a la masa algún tipo de gelificante, como colas de pescado, agar agar o polvos de cuajada. Se mezclan con el queso y el azúcar y se mete en la nevera para que cuaje.

Por lo que respecta a la base y a la cobertura, ambas admiten una gran variedad e, incluso, en ocasiones se preparan sin ellas. Dentro de la primera entrarían las galletas, los bizcochos, el hojaldre, etc.... Y para la segunda están destinadas ingredientes como fruta, mermeladas, confituras, dulce de leche, chocolate... ¡lo que más te guste!

Te damos a elegir entre 5 recetas entre las que hay de las dos opciones. Elige la que más te guste y aprovecha este fin de semana para prepararla y compartirla con familia y amigos. ¡Te querrán un poco más!

Paso a paso: Mini tarta de queso fácil al horno

Una de las recetas más clásicas, en este caso de horno, a la que añadimos leche condensada como edulcorante y dos tipos de queso.

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Paso a paso: Tarta de queso fría con caramelo

Esta propuesta se hace en frío y tiene como particularidad que le ponemos caramelo en la base del molde y al desmoldar nos sale de cobertura. ¡Irresistible!

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Paso a paso: Tarta de queso con base de galleta

La tarta de queso puede llevar o no una base. En esta receta, vamos a preparar una clásica hecha con galletas y mantequilla que después cubriremos con la masa y hornearemos.

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Paso a paso: Tarta de queso con galletas oreo

Esta tarta de queso tiene como peculiaridad que no lleva ningún gelificante para darle cuerpo, sino que le vamos a poner nata montada y galletas oreo y nos va a quedar un resultado muy ligero y aireado.

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Paso a paso: Vasitos de 'cheesecake' de kiwi

Aunque el sabor es lo que prima, la presentación también ayuda. En este caso, optamos por un pastel de queso, preparado en frío y servido en vasito, al que además de queso, le pondremos unas galletas integrales y unos trozos de kiwi.

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