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Fácil
Por
¡HOLA! COCINA
Preparar esta receta siempre es una buena idea porque se puede disfrutar en diferentes momentos del día, como el desayuno, el postre, la merienda o incluso para acompañarlo con una taza de té o café. La ayuda de la termomix es ideal para mezclar todos los ingredientes y conseguir una textura ideal de la masa. Luego tendremos que controlar bien el tiempo y la temperatura del horno para que se cocine de forma homogénea.
- 70 g de Harina de repostería
- 100 g de Mantequilla a temperatura ambiente
- 150 g de Chocolate para postres
- 2 ud de Huevos
- 130 g de Azúcar blanca
- 0.5 sobres de Levadura en polvo
- 150 g de Nueces peladas
-
1.
Introduce en el vaso de la Thermomix las nueces y tritura a velocidad 4 durante unos 3 segundos. No deben quedar en trozos muy pequeños. Reserva las nueces picadas en un bol para más adelante.
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2.
Sin eliminar los restos de nueces, añade al vaso los 150 gramos de chocolate partido en trozos y pica a velocidad de 5 a 10, de forma progresiva durante unos 10 segundos hasta que quede en polvo. Resérvalo en otro bol.
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3.
Sin limpiar el vaso, añade la mariposa al robot e incorpora los huevos y el azúcar. Ponlo a 37ºC durante 5 minutos y a 3 y medio de velocidad y tras ello añade el chocolate junto con la mantequilla y mezcla a velocidad 4 durante 10 segundos. Repite esta operación hasta que no queden grumos.
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4.
Seguidamente incorpora la harina con el medio sobre de levadura y bate a velocidad 4 durante 10 segundos. Ya puedes quitar la mariposa.
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5.
Luego añade las nueces a la mezcla y programa a velocidad 2 con giro hacia la izquierda durante 30 segundos más. La masa debe quedar homogénea y para ello puedes ayudarte con la espátula para conseguirlo.
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6.
Vierte la mezcla en un molde previamente untado con mantequilla y espolvoreado con harina para que no se peguen los 'brownies'.
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7.
El horno deberá estar precalentado a 180°C. Hornea durante unos 25 minutos o hasta que haciendo la prueba del palillo, éste salga casi limpio.
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8.
Para servir los brownies, nada como volcar chocolate caliente por encima y una bola de helado de vainilla. Placer en estado puro y, además, buen humor, ya que tanto las nueces como el chocolate contribuyen a la producción de serotonina en nuestro cerebro, la conocida como hormona de la felicidad.
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