El kaki es una fruta con textura firme y crujiente y sabor dulce, con notable por su contenido de vitaminas, antioxidantes y azúcares naturales. Es perfecta para consumir en fresco, sin más, pero también como ingrediente de postres y otros platos salados. Optamos por hacer una espuma de kaki, que vamos a acompañar con un sirope al azafrán, ¡una combinación de lo más curiosa!
Para la espuma
- 500 g de Caqui
- 300 g de Nata montada
- 150 g de Azúcar blanca
- 10 g de Gelatina (hojas)
Para el sirope de azafrán
- 0.5 decilitros de Vino blanco
- 50 g de Miel
- 2 cs de Zumo de limón
- 1 cc de Azafrán
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1.
Ponemos a remojo las hojas de gelatina.
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2.
Trituramos el kaki, lo colamos y reservamos el liquido.
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3.
Disolvemos la gelatina con el zumo de limón y 2 cucharadas de agua, añadimos el azúcar y la nata montada con movimientos envolventes.
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4.
Volcamos la mezcla en un molde de silicona, o moldes individuales, metemos en el frigorífico y dejamos enfriar un mínimo 4 horas en el frigorífico.
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5.
Desmoldamos y si lo hemos hecho en un molde grande, lo cortamos con cuidado en porciones.
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6.
Para hacer el sirope, ponemos a hervir el vino blanco, la miel, el zumo de limón y el azafrán y cocemos hasta que reduzca y tenga textura de sirope.
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1.
Una vez desmoldada, regamos la espuma con el sirope y podemos adornar con kaki cristalizado con azúcar y con algunas bolas de kaki caramelizado, frambuesas o cualquier fruto rojo.
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