La granada es un producto otoñal que acostumbramos a tomarlo solo, como postre, pero que da muchísimo más de sí. Es perfecto en ensaladas, como ingrediente de salsas y queda riquísimo en varias recetas de repostería. Vamos a incorporar unas semillas de granada en una esponjosa tarta de chocolate blanco.
- 1 ud de Granada
- 100 g de Harina de repostería
- 150 g de Harina integral
- 1 sobres de Levadura en polvo
- 100 g de Azúcar blanca
- 1 cc de Extracto de vainilla
- 1 ud de Yogur
- 150 g de Chocolate blanco
- 2 cs de Mantequilla
- 2 cs de Azúcar glas
- 2 cs de Leche
- 2 cs de Aceite de oliva
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1.
Desgranamos la granada en un plato, dejándola bien limpia de partes amarillas.
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2.
Trituramos la mitad de los granos y colamos el zumo.
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3.
Batimos los nuevos con el azúcar hasta montar ligeramente.
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4.
Añadimos el zumo de granada, el azúcar, la vainilla y 2 cucharadas de aceite y mezclamos bien.
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5.
Tamizamos las harinas y las incorporamos a la mezcla.
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6.
Incorporamos, el yogur, la mantequilla, la levadura y la sal y removemos todo bien hasta que esté todo bien mezclado.
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7.
Incorporamos los granos de granada restantes (menos 1 cucharada para la decoración) a la masa y removemos todo.
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8.
Untamos un molde redondo con aceite, mantequilla o lo forramos con papel del horno y vertemos toda la masa.
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9.
Horneamos 30 minutos con el horno precalentado a 180º.
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10.
Pinchamos con un palito el bizcocho para ver si sale limpio, y, en ese caso, lo sacamos del horno.
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11.
Fundimos el chocolate, con la leche, el azúcar glas y 2 cucharadas de mantequilla.
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12.
Dejamos que se enfríe y cubrimos con la cobertura bien toda la superficie de la tarta, por arriba y por los bordes.
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13.
Espolvoreamos el resto de granada, la dejamos enfriar ¡y listo!
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