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Fácil
Por
¡HOLA! COCINA
Tierno y esponjoso, este pan es un recurso perfecto para las meriendas de los más pequeños. Es blandito y, además, admite cualquier combinación, tanto dulce como salada, por lo que el éxito está asegurado. Si ves que empieza a pasarse, puedes tostarlo sin problema.
- 300 g de Leche
- 50 g de Mantequilla cortada en trozos
- 20 g de Levadura fresca prensada
- 60 g de Azúcar blanca
- 550 g de Harina de fuerza
- 1.5 cc de Sal
- 1 ud de Huevos ligeramente batido
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1.
Engrasa ligeramente un bol grande y resérvalo. Pon en el vaso la leche, la mantequilla, la levadura prensada y el azúcar, y témplalo 2 minutos a 37ºC a velocidad 2.
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2.
Añade la harina y la sal y amasa 3 minutos/espiga. Pon la masa en el bol preparado, cubre con papel film transparente o con un paño húmedo y déjalo reposar en un lugar templado hasta que doble su volumen (aproximadamente 1 hora).
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3.
Forra una bandeja de horno con papel de hornear y reserva. Divide la masa en 3 partes y forma un cordón (de aproximadamente 45 centímetros) con cada una.
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4.
Junta los 3 cordones por uno de sus extremos y trenzalo.
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5.
Pon la trenza en una bandeja de horno preparada, cubre con papel film transparente o un paño húmedo y déjalo subir de nuevo en un lugar templado, hasta que doble su tamaño (aproximadamente, durante 30 minutos).
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6.
Mientras tanto, precalienta el horno a 180ºC.
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7.
Pinta la trenza con el huevo batido, utilizando un pincel alimentario. Y hornea durante 25-30 minutos a 180ºC
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8.
Deja el pan enfriarse antes de cortarlo.
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