Estos pequeños bocados son perfectos para acompañar el café de sobremesa. Con un dulce sabor a chocolate blanco y el ligero toque del licor de frutas que queramos ponerle (nosotros te recomendamos la cereza o la fresa), prepararlas es tan sencillo como fundir los ingredientes, dejarlos reposar en la nevera y hacer bolitas con las manos.
- 300 g de Chocolate blanco para fundir
- 100 g de Nata para cocinar
- 1 chorrito de Licor de frutas (cereza o fresa, por ejemplo)
-
1.
Calentamos al baño María el chocolate blanco y la nata, removiendo constantemente. El fuego ha de ser muy suave.
-
2.
Cuando veamos que ya está caliente e integrado, retiramos del fuego y añadimos un chorrito de ron o de cualquier licor de frutas, sin dejar nunca de remover. Además, debemos hacerlo hasta que veamos que la mezcla ha enfriado lo suficiente.
-
3.
Metemos la cazuela en el frigorífico y dejamos reposar varias horas (lo mejor es dejarlo de un día para otro).
-
4.
Transcurrido este tiempo, vamos sacando las trufas con una cucharada para helados y acabamos dándoles forma de bolita con las propias manos.
Más recetas de
VINO:
Últimas recetas: