El té 'matcha' ha irrumpido en nuestros mercados con fuerza. En japonés, ‘matcha’ significa ‘té en polvo’ y su producción es bastante delicada. Las hojas de té verde de la mejor calidad se recolectan a mano, se pasan por vapor para evitar que se oxiden –y pierdan su característico color verde– y se dejan envejecer para obtener un sabor más rico y complejo. Al cabo de unos meses, se trituran. Con este producto se pueden hacer postres deliciosos, como este flan.
- 1.5 cs de Té matcha en polvo
- 100 ml de Leche entera
- 2 cc de Agar agar
- 500 ml de Nata para montar
- 75 g de Azúcar blanca
Para acompañar
- 6 cs de Nata para montar
- 6 ud de Guindas en almíbar
- 1 cs de Cacao en polvo
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1.
En un cuenco echa el té en polvo y 2 cucharadas de leche y remueve hasta disolver.
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2.
Mezcla la leche restante con el agar agar y junta con la primera mezcla removiendo bien.
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3.
Coloca el cuenco dentro de una cazuela con agua y ponlo al fuego para calentarlo al baño María hasta que quede una mezcla homogénea.
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4.
Retira del baño María y deja enfriar.
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5.
Mezcla la nata con el azúcar en un cazo y lleva a ebullición.
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6.
Retira del fuego y deja que se enfríe un poco.
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7.
Vierte en el cuenco del té, mezcla con varillas hasta obtener una crema uniforme y reparte en 6 moldes individuales de flan.
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8.
Mételos al frigorífico y déjalos al menos 4 horas.
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1.
Desmolda los flanes sobre platos, acompaña con una cucharada de nata montada, decora con una guinda y espolvorea con cacao.
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1.
Puedes añadir unas gotas de colorante verde al retirar del fuego la mezcla de leche y gelatina para conseguir un color verde más intenso.
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