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Verdinas con almejas

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Por HIELO Y CARBÓN

La combinación de legumbre y marisco es excepcional y convierte a este plato de cuchara en un acierto seguro. Las almejas y la sepia son el complemento ideal de la suavidad, el sabor y la elegancia de las verdinas. Esta legumbre se suele plantar durante el mes de mayo -y se recoge en agosto- en ciertos lugares del norte de España, como Asturias y Galicia y su producción es limitada.

  • 1 Kg de Verdinas
  • 2 ud de Cebolla blancas grandes
  • 1 dientes de Dientes de ajo
  • 3 ud de Pimiento verde italianos
  • 1 ud de Sepia entera
  • 500 g de Almejas grandes
  • Aceite de oliva virgen extra
  • 1 l de Caldo de pescado
  • Perejil fresco
  1. 1.

    Hidratamos las verdinas en agua fría durante 24 horas.

  2. 2.

    En una cazuela elaboramos un sofrito con las cebollas y los pimientos bien picados durante unos 40 o 50 minutos a fuego muy lento.

  3. 3.

    Cortamos la sepia bien limpia en cubos, la salteamos en una sartén para que se dore y aporte todo su sabor a nuestro sofrito.


  4. 4.

    Unimos el sofrito y la sepia en la primera cazuela (reservamos la sartén que hemos utilizado para la sepia) y añadimos las verdinas y el caldo de pescado hasta cubrirlo todo. Es importante que el caldo esté frío, ya que la verdina debe comenzar a cocinarse siempre en frío. Si no tenemos caldo de pescado, podemos utilizar agua, pero quedará menos sabroso.

  5. 5.

    Cuando empiece a hervir, bajamos la intensidad del fuego al mínimo; pues en caso contrario, las verdinas se romperán. Al igual que si removemos con mucha fuerza: los movimiento deben ser lentos y ligeros. Dejamos que se cocinen durante, al menos, 45 minutos.

  6. 6.

    Cuando las verdinas estén tiernas, apagamos el fuego y dejamos reposar un rato largo.

  7. 7.

    Mientras, abrimos las almejas y para ello en la misma sartén en la que salteamos la sepia, agregamos el ajo y el perejil picados. Añadimos las almejas, las rehogamos, echamos un poco del caldo de cocer las verdinas y las tapamos un minuto con una tapadera. Por último, una vez que las tenemos abiertas las unimos nuestro guiso de verdinas.