Te proponemos una receta de lasaña en la que sustituimos las placas de pasta por calabacín y berenjena en rodajas finas. Lleva una bechamel, como la receta italiana convencional y un queso para gratinar, sólo que en este caso en lugar de usar el clásico Parmesano, optamos por un Manchego. Esta lasaña gustará a casi todos los públicos, vegetarianos incluidos.
- 2 ud de Berenjena
- 2 ud de Calabacín
- 2 ud de Queso mozzarella
- 1 ud de Cebolla grande
- 2 ud de Tomates
- 400 ml de Leche
- 2 cs de Harina
- 40 g de Mantequilla
- 2 cs de Pan rallado
- 40 g de Queso manchego semicurado rallado
- 4 cs de Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- Perejil fresco para decorar
- Tomates cherry para decorar
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1.
Lava las berenjenas y los calabacines y corta en rodajas de 1 cm de grosor.
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2.
Calienta el aceite en una sartén grande y dora todas las rodajas por las dos caras.
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3.
Escurre sobre papel absorbente y reserva.
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4.
Pela los tomates, retira las semillas y pícalos.
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5.
Pela y pica la cebolla y rehoga en la misma sartén 5 minutos.
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6.
Añade el tomate picado y el orégano y cuece 20 minutos a fuego bajo.
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7.
Corta en daditos la mozzarella, incorpora a la sartén, cocina 3 minutos más y reserva.
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8.
Derrite la mantequilla en una sartén, añade la harina y tuesta para que pierda el sabor a crudo.
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9.
Ve agregando la leche sin dejar de remover, salpimenta y cocina durante unos 10 minutos.
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10.
Precalienta el horno a 180°C.
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11.
Espolvorea el fondo de una fuente refractaria con el pan rallado y ve haciendo capas de berenjena, tomate y calabacín.
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12.
Puedes hacerlo en una fuente grande o individuales.
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13.
Continuar formando capas en el mismo orden hasta agotar los ingredientes.
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14.
Cubre con la bechamel, espolvorea con el queso rallado y mete la lasaña al horno a 180ºC entre 20 y 25 minutos.
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15.
Sirve y decora con las hojas de perejil y los cherry partidos por la mitad.
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