Estamos ante una receta perfecta para servir como aperitivo o entrante al centro de la mesa, pues nos dará un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo salado en el paladar y un precioso color a la mesa. Porque, en esto de la cocina, la estética también cuenta. Acompaña el plato de una buena copa de vino rosado, su mejor compañero.
- 200 g de Jamón ibérico
- 16 ud de Higos pequeños
- 1 unidad de Guindilla
- 4 cs de Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de Perejil fresco picado
- 1 cucharadita de Sal en escamas
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1.
Lavamos los higos y hacemos un corte en cada uno de ellos en forma de cruz. Abrimos ligeramente por los cortes.
-
2.
Retiramos el tallo y las semillas a la guindilla, la picamos y la echamos en un mortero con las escamas de sal, machacando hasta obtener una mezcla homogénea.
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3.
Espolvoreamos una fuente con el perejil picado para dar un toque verde. Repartimos por encima las lonchas de jamón sin amontonar y acompañamos con los higos anteriores, espolvoreados previamente con una pizca de la mezcla de sal y guindilla en el centro de cada uno y rociando con aceite de oliva virgen extra.
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