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Fácil
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¡HOLA! COCINA
Hacer pasta en casa no es nada difícil. Sólo hay que tener los ingredientes necesarios y un poco de paciencia. Podemos estirarla de forma manual o con un rodillo. Habremos de tener la precaución, si es fresca, de consumirla antes de 3 días, pero en este caso os mostramos cómo hacer láminas de lasaña seca, que tienen mayor caducidad. Si quisiéramos hacer otra variedad, la masa es la misma, solo que se corta de manera diferente.
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1.
Tamiza la harina sobre la mesa de trabajo y mezcla con la sal.
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2.
Forma un volcán y echa los huevos enteros en el ‘cráter’.
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3.
Echa con los dedos la harina hacia el cráter del volcán, procurando que no se salgan los huevos, hasta formar una masa uniforme de consistencia semejante a la del lóbulo de la oreja (si queda demasiado blanda, se añade más harina, y si queda dura, se añade agua).
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4.
Forma una bola y deja reposar 15 minutos cubierta con un paño.
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5.
Finalmente, extiende la masa con rodillo sobre una superficie enharinada o utiliza una máquina de pasta para hacer láminas del grosor deseado. Y corta en cuadrados o rectángulos del mismo tamaño.
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6.
Para conservar las láminas de lasaña, hay que someterlas a una temperatura adecuada para que el secado no sea demasiado rápido y la pasta no se vuelva quebradiza y se rompa fácilmente.
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7.
Por lo general, se secan en el horno a 90ºC entre 3 y 5 horas, aunque para obtener un óptimo resultado lo mejor es secarlas a 65ºC entre 12 y 15 h.
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8.
La pasta seca aumenta su volumen hasta un 50%, porque absorbe menos agua, y su tiempo de cocción es más o menos el doble que el de la pasta fresca.
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