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Fácil
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¡HOLA! COCINA
A primera vista la combinación de chorizo y queso fresco como parte de un guiso de legumbres puede resultar chocante, pero da lugar a un plato de cuchara delicioso. Elegimos la variedad de garbanzo pedrosillano, que es de tamaño pequeño y por eso requiere un poco menos de cocción que otras variedades y que se cultiva tanto en Castilla-La Mancha como en Castilla y León.
- 300 g de Garbanzos 'pedrosillanos'
- 2 ud de Cebolla
- 1 ud de Pimiento rojo
- 2 dientes de Ajo
- 250 g de Chorizo
- 2 cs de Salsa de tomate
- 400 ml de Tomates triturado en conserva
- 400 ml de Caldo de carne
- 1 cc de Pimentón dulce
- 4 cs de Queso cremoso fresco
- 2 cs de Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta negra
- Cilantro para decorar
- 4 rebanadas de Pan para acompañar
-
1.
Pon los garbanzos en remojo en agua fría toda la noche.
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2.
Escúrrelos, echa en una cazuela, cubre de agua y cuece durante 45 minutos. Reserva.
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3.
Pela y pica las cebollas y el ajo.
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4.
Retira el tallo y las semillas al pimiento y pícalo.
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5.
Corta en rodajas el chorizo.
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6.
Calienta el aceite en una cazuela y sofríe 5 minutos la cebolla, los ajos y los pimientos picados con las rodajas de chorizo.
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7.
Añade la salsa de tomate y el pimentón y cocina 3 minutos más.
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8.
Agrega el vino, el caldo y el tomate triturado y lleva a ebullición.
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9.
Incorpora los garbanzos y cuece 10 minutos a fuego bajo, añadiendo un poco más de caldo si fuera necesario.
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10.
Sazona con sal y pimienta recién molida, mezcla y mantén al calor.
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11.
Reparte los garbanzos guisados en cuencos individuales, acompaña con un poco de queso fresco cremoso, decora con unas hojitas de cilantro y sirve con unas rebanadas de pan tostado.
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