El chocolate es un ingrediente casi adictivo, que levanta muchos pasiones. En este postre lo vamos a incorporar por partida doble: negro y blanco. Se trata de una tarta, a la que también añadiremos galletas, almendras garrapiñadas y almendras molidas. ¡Una tentación absolutamente irresistible!
- 5 ud de Claras de huevo
- 125 g de Galletas de barquillo
- 150 g de Almendras garrapiñadas
- 365 g de Chocolate negro
- 75 g de Chocolate blanco
- 80 g de Almendra molida
- 700 ml de Nata para montar
- 60 g de Azúcar blanca
- 100 g de Azúcar glas
- 20 g de Miel
- 40 g de Mantequilla
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1.
Precalentamos el horno a 180ºC.
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2.
Trituramos las almendras garrapiñadas en un robot de cocina.
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3.
Montamos las claras a punto de nieve con el azúcar.
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4.
Añadimos el azúcar glas, las almendras y las avellanas molidas y mezclamos con cuidado de arriba abajo.
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5.
Metemos en una manga pastelera y formamos 2 discos de 14 cm de diámetro en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado.
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6.
Horneamos 18 minutos a 180ºC.
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7.
Fundimos el chocolate blanco.
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8.
Añadimos las almendras garrapiñadas molidas y las galletas de barquillo desmenuzadas, mezclamos, vertemos en forma de círculo sobre papel sulfurizado y reservamos en frío.
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9.
Fundimos 225 gramos de chocolate negro.
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10.
Montamos 500 ml de nata, incorporamos poco a poco al chocolate negro fundido y reservamos en frío.
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11.
Dentro de un aro de 8 cm de alto y 14 de diámetro, colocamos una capa de bizcocho, una de chocolate negro, una de chocolate blanco, una de bizcocho y una de chocolate negro.
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12.
Alisamos la superficie y metemos 12 horas en la nevera.
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13.
Calentamos el resto de la nata, la mantequilla y la miel con el chocolate restante hasta obtener una crema lisa.
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14.
Retiramos el aro, vertemos la crema poco a poco sobre el pastel hasta cubrirlo y reservamos en frío.
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