Este es uno de los postres más típicos de la repostería griega, que se hace con masa de hojaldre o pasta filo con una crema de natillas. El resultado es muy crujiente por fuera y muy cremoso por el interior. Es bastante contundente pero de vez en cuando nos lo podemos permitir, ¡está riquísimo!
- 400 ml de Leche
- 8 hojas de Pasta filo
- 200 g de Mantequilla en pomada
- 3 ud de Huevo + 2 yemas
- 100 g de Azúcar blanca
- 75 g de Harina
- 5 ml de Extracto de vainilla
Para el almíbar
- 300 g de Azúcar blanca
- 15 ml de Zumo de limón
- Extracto de vainilla
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1.
Empezamos por el almíbar y para ello pon en una cazuela 200 ml de agua con el azúcar, el zumo de limón y el extracto de vainilla. Lleva a ebullición, cuecer 10 minutos a fuego bajo, deja enfriar y reserva.
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2.
Precalienta ahora el horno a 190ºC.
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3.
Pon a calentar la leche en un cazo al fuego.
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4.
Bate en un cuenco los huevos, las yemas y el azúcar y añade la harina, la esencia de vainilla y la leche caliente, poco a poco y sin dejar de batir.
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5.
Pon al fuego el resultado dentro de una cazuela, calienta hasta que empiece a espesar, removiendo con una cuchara de madera y añade la mitad de la mantequilla.
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6.
Forra un molde de horno redondo con papel sulfurizado y coloca encima una hoja de pasta filo.
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7.
Unta con mantequilla la pasta filo, echa un poco de la crema, cubre con otra hoja de pasta filo y pinta con mantequilla... repite el proceso hasta acabar con las hojas y con la crema.
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8.
Corta la tarta cuidadosamente en porciones con un cuchillo bien afilado y colócalas en una bandeja de horno con papel sulfurizado.
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9.
Hornea 15 minutos a 190ºC, baja la temperatura a 160ºC y vuelve a hornear otros 30 minutos más, hasta que se dore de manera uniforme.
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10.
Deja enfriar un poco y añade el almíbar por encima de cada porción.
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