Para mantener nuestra comida en buen estado durante más tiempo -y, así, poder practicar ese batch cooking tan de moda que puede salvar toda la semana-, podemos usar algunos alimentos que actúan como auténticos conservantes. Y no, no nos referimos a productos difíciles de encontrar y con nombres que comienzan por ‘E’ (como en muchos productos procesados), sino a ingredientes que seguramente tienes por casa y, además, en gran cantidad.
Son conservantes caseros y naturales que nos pueden ayudar a preservar la vida de frutas, verduras y otros productos que elaboramos con no demasiada frecuencia, como una salsa de tomate. Si cogemos la rutina y tenemos claro cuál podemos utilizar en un plato u otro, tendremos además una cocina más sostenible, natural y económica.
¿Cómo hacer que un producto natural dure?
Precisamente con estos ingredientes que -como la sal o el vinagre- conservan las propiedades de los alimentos mucho más tiempo, ayudándonos a reducir los desperdicios de comida y a conservarla de una manera adecuada, evitando la aparición de bacterias indeseadas, mohos y otros organismos que hacen que parte de nuestra compra acabe en la basura. Además, es importante también utilizar recipientes adecuados y herméticos, saber colocarlos en la nevera y despensa y practicar la cocina de aprovechamiento. Y esto que vamos a contarte no es nuevo. Se lleva practicando miles de años.
¿Cuáles son los conservantes naturales más recomendados?
Dos de ellos ya te los hemos desvelado, pero hay algunos un poco más desconocidos que también pueden servirnos.
Sal
Es quizás el más sencillo de utilizar y el ingrediente milenario. No necesitas una sal especial, te valdrá la normal y funciona a la perfección con muchas preparaciones, porque además de potenciar su sabor, ayuda a reducir el crecimiento de microorganismos que estropean la comida. No hay que añadir una gran cantidad, tan solo la justa y necesaria para darle sabor. Esa es la medida.
Otra opción, es conservar el producto en salmuera, algo que sí requiere grandes cantidades de sal, pero que, por lo general, no tenemos por qué utilizarlo en casa, donde disponemos de electrodomésticos que también ayudan a la conservación. Así, cuando hagas algún guiso y te sobre mucha cantidad, no olvides añadirle una pizca de sal extra.
Limón
Tanto el limón como el vinagre (que te explicamos a continuación) son dos ingredientes que acidifican el medio en el que se encuentra un alimento y, por tanto, retrasan el crecimiento de bacterias y microorganismos que estropean la comida. Puedes utilizar unas gotas de limón o mezclar éste con un poco de vinagre, para potenciar su efecto. Nuestra recomendación es que escojas este método en tus platos de verduras asadas.
Vinagre
El vinagre es un conservante natural que utilizamos, sin darnos cuenta, en los encurtidos, a los que añadimos una gran cantidad de este ingrediente, tanto para dar sabor, curar y conservar. Utilízalo también en tus salsas, si quieres que esta se conserve más tiempo y no quieres sumarle mucha más sal. Con un poco de ambos, tendrás suficiente. Eso sí, mézclalos antes de envasar y prueba que el sabor es correcto.
Aceite de oliva
Hay muchos alimentos que se conservan perfectamente en aceite de oliva, como los tomates secos, los pimientos y otras verduras asadas que, a veces, se venden incluso de esta forma. Si escoges este método, asegúrate de impregnar bien todos los alimentos para impedir que entren en contacto con el aire (que sería el causante del deterioro). Es decir, tienes que llenar el bote que elijas hasta arriba. Por eso, es muy importante que no te excedas con su tamaño. Después guárdalo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz y completamente cerrado.
Romero
El romero es una planta aromática con un gran poder antioxidante, por lo que evita precisamente la oxidación de los ingredientes, reteniendo además el sabor y color de nuestros alimentos. Te lo recomendamos, especialmente, para los platos de carne o para tus pescados o cualquier preparación que quieras conservar al vacío. Ah, y para conservar con todas sus propiedades una buena pieza de queso.
Cebolla
Por último, otro ingrediente de gran poder antioxidante que previene el deterioro de los alimentos al entrar en contacto con el aire es la cebolla. Eso sí, debe ser comida que quieras conservar en periodos de tiempo no demasiado largos. Contiene propiedades antioxidantes -como el romero- y antimicrobianas. Y es que se ha demostrado que los flavonoides que contiene, además de ser beneficiosos para nuestra salud, son una alternativa natural perfecta a los aditivos artificiales que la industria utiliza para conservar los alimentos.