El Año Nuevo Chino ha comenzado este fin de semana y, con él, el reinado de la rata que, según nos dicta la tradición, se da comienzo un nuevo ciclo que supone un cambio radical para los próximos veinte años. Independientemente de lo que esto nos suponga, nosotros nos vamos a sentar a la mesa. Porque en la mesa es donde los propios chinos le dan la bienvenida. Y no en cualquier mesa; ésta ha de estar repleta de alimentos, para pedir así que los días que vienen sean ricos y abundantes. Por eso, las familias se comen una mitad de lo servido en la víspera (el último día del año) y la otra mitad al siguiente, como una forma simbólica de repartir la abundancia entre uno y otro. Nosotros, sin embargo, te vamos a proponer una pequeña ruta para que no te dejes nada en el plato. Es más, para que repitas. Y es que, en realidad, el Año Nuevo Chino es una fiesta familiar que dura quince días y que marca (casi) la entrada de la primavera, por lo que podrás probarlos todos.
El Buda Feliz 1974 (Madrid)
Este tradicional restaurante de la capital madrileña fue el primero en traernos los sabores del país asiático y, por eso, ha querido incorporar en su nombre el año de su nacimiento, 1974. Desde aquel año ha sabido reformar su local de arriba abajo, romper con su imagen más clásica y renovar su oferta gastronómica. Sus paredes se han llenado de vivos colores y preciosas texturas, mientras su carta ha versionado sus platos hacia la street food. Además, para celebrar el Año Nuevo Chino, ha creado un menú ad hoc que estará disponible hasta el próximo 24 de febrero en el que no faltarán las gambas, el sésamo, su magret de pato crujiente que combina con una cazuela de arroz gouda y su lomo de lubina agridulce. El colofón lo pone su exquisita tarta de queso con té matcha y helado de vainilla.
China Crown (Barcelona)
Este restaurante, que mezcla las raíces propias de la cocina china con lo más vanguardista, es el último proyecto que dirige María Li Bao en la mítica Casa Calvet de Barcelona, el edificio que Gaudí diseñase entre 1989 y 1900. Una ubicación perfecta para hacernos recorrer la historia del país asiático a través de la gastronomía y descubrirnos en qué consiste la cocina imperial china, una gran desconocida en Europa. Así, podemos probar platos como los que se servían hace más de cuatrocientos años a los grandes emperadores y que nos llevan a disfrutar de una carta que se divide en platos fríos y platos calientes, dos menús degustación -Ruta de la Seda y Caja Pato Imperial- y un ambiente de ensueño. Merece la pena sentarse sin prisas.
Hong Kong 70 (Madrid)
Cumpliendo ya casi un año se encuentra este pequeño restaurante de comida cantonesa en la que los platos se han adaptado a los gustos occidentales, pero manteniendo toda la autenticidad de la cocina más tradicional de Hong Kong. Y es que, esta ciudad, es conocida como la capital gastronómica de Asia por su gran diversidad y por una cocina callejera sin parangón. En ella se inspira este local para su decoración y su carta, en la que destacan el Pato asado Hong Kong Style y sus platos de carne asada, especialidad de su chef. El cangrejo, los langostinos, el pollo y la ternera cierran sus propuestas. Un local a escasos pasos de la Plaza Mayor de Madrid en el que comer rico, rápido y económico.
Spicy Soul Hot Pot (Valencia)
Este restaurante ha traído a las costas mediterráneas una tradición que, en China, se remonta a finales del siglo XIX: el hot pot. Este caldero mongol o chino es una especie de fondue asiática que cocina los ingredientes servidos a la mesa y para compartir en diferentes caldos calientes, para luego combinarse con untuosas salsas. Aunque lo más usual es preparar pastas, pescados, verduras y mariscos, también puedes disfrutar de un solomillo ibérico o unos suaves dumplings. Eso sí, no te vuelvas loco y metas todo a la vez en la olla, ten en cuenta los diferentes tiempos de cocción. Las mesas están ya preparadas con pequeñas vitrocerámicas encastradas para convertir tu comida o cena en toda una experiencia.
La Olla de Si Chuan (Barcelona)
Li Wan está al frente de los fogones en este restaurante de la capital condal que es, como bien afirma él, una réplica del que tuviese su madre en la ciudad de Sichuan. Su carta es una mezcla de los platos chinos más tradicionales -como el pato laqueado-, y de otros con un pequeño paso hacia la cocina moderna, pero (casi) siempre, picantes. Trabajan con maestría las verduras, con mención especial de sus berenjenas agridulces y su raíz de loto al wok, y de su amplísima carta destaca el apartado en carta dedicado al cerdo y, su plato estrella, el hot pot. Para acompañar el festín, siempre unos panecillos dulces rellenos.
Kion & Sui (La Moraleja, Madrid)
Aunque estos días, este restaurante situado a las afueras de la capital tiene un menú muy especial para celebrar el Año Nuevo Chino, su carta bien merece una visita. Se trata de un recorrido por los platos más representativos de la cocina cantonesa, chifa y peruana con una variedad increíble de sabores y aromas. Este proyecto, que pertenece al Grupo Inari y es dirigido por Nacho Fernández Picón, interpreta los platos más tradicionales de la gastronomía asiática con platos como los dim sum, cinco tipos de bocaditos chinos y unas deliciosas vieras al vapor con jengibre, ajo y soja, entre otros muchos platos.
Don Lay (Madrid)
Este restaurante, que nació en 2002 de la mano de Nieves Ye y su padre (quien falleció antes de verlo en marcha), se mudaba y se renovaba el año pasado manteniendo su apuesta por la calidad y dividiendo su espacio en dos: una barra informal con carta propia -especializada en dim sums- y un fine dining donde disfrutar de la auténtica cocina cantonesa de la que se convirtió en referente dentro de la capital. Una propuesta que hay que probar sí o sí y que, para celebrar el año nuevo, se concreta en un menú degustación fuera de carta que estará disponible hasta el próximo 8 de febrero, en el que los productos del mar son protagonistas (sobre todo, el rodaballo), las famosas empanadillas cantonesas se hacen veganas y sin gluten para terminar y su cóctel final se tiñe de rojo -tan simbólico durante esta fiesta- a base de ginebra asiática, puré de fresas, limoncello y espuma de yuzu.