10 'tips' muy sencillos para ahorrar en tu cesta de la compra navideña

No son ‘milagrosos’, pero estos consejos sí que pueden ayudarte a aliviar algo el bolsillo de cara a tus compras de Navidad (y disfrutar de menús festivos igualmente sabrosos)

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15,8%. Esta fue la subida récord que experimentaron los precios de los alimentos en España durante el pasado mes de octubre. Se trata de la cifra más elevada desde que se tienen datos, propiciada por factores como la guerra de Ucrania o la crisis de las materias primas. Así las cosas, si de forma genérica la cesta de la compra propia de Navidad siempre refleja considerables subidas de precios, el horizonte de este año parece dibujarse especialmente complicado viniendo de donde venimos… Urge pues, más que nunca, actuar con cierta previsión. Aún quedan algunas semanas para los grandes banquetes navideños, de forma todavía estamos a tiempo de ahorrar algún dinero y conseguir que las facturas no se nos disparen en exceso…

Con unas pautas sencillas es posible ahorrar algunos euros en las compras de Navidad

La ‘buena noticia’ es que, en es sentido, algunas de las pautas a seguir no entrañan grandes dificultades. Solo, eso sí, no dejar que ‘nos pille el toro’ si somos nosotros quienes debemos encargarnos de esos menús festivos… He aquí algunas pistas a tener en cuenta:

  • Adelántate a la compra de los productos más típicos. Comprar ahora los alimentos más típicos de las mesas navideñas es una gran idea. Puede parecer de Perogrullo, pero muchas veces lo vamos dejando y al final terminamos pagando de más sin necesidad. Hablamos, claro, de productos menos perecederos o aquellos que congelan bien. Los pescados, por ejemplo, (besugos, lubinas, rodaballos…) pueden congelarse sin problema -ya sea enteros o troceados, en función de cómo vayas a prepararlos- al vacío o en bolsas de congelación. Algunos mariscos también congelan bien (centollos y nécoras, previa cocción; langostinos, gambas y carabineros, se pueden congelar en crudo; los bilvalvos, en crudo, lavados y en vivo. Aquí la excepción son las ostras y percebes, que no aceptan congelación). Las carnes (cordero, cochinillo, pularda, capón…) también congelan muy bien. Asimismo, puedes ir comprando ya embutidos y ahumados, si están envasados al vacío llegan a Navidad sin problema. Por supuesto, también puedes ir haciéndote con tus vinos favoritos antes de que suban de precio.  
  • La importancia de planificar los menús. Planificar previamente la composición de platos que compondrán los menús de Navidad y determinar la cantidad de ingredientes resulta fundamental a la hora de hacer una compra racional y más económica. Esto te ayudará a comprar solo lo que necesites. Para ello no olvides echar un ojo primero a tu despensa antes de ir al mercado, también con el fin de evitar comprar productos que ya tienes en casa.

Si ir al mercado con una lista es siempre recomendable, en Navidad lo es más aún si cabe

  • No salgas de casa sin tu lista de la compra. Si hemos elaborado previamente un listado con los productos concretos que necesitamos será más difícil terminar comprando alimentos que no necesitamos. Esto, que funciona durante todo el año, es especialmente recomendable en Navidad, época en la que los mostradores de los supermercados se llenan de ‘reclamos’ de lo más atractivos…
  • Fíjate un presupuesto. Es otra forma de no gastar de más. Si te pones un tope máximo de dinero y tienes en mente esa cifra, será mucho más sencillo ceñirte a ella y evitar así sorpresas al llegar a la caja.
  • Apuesta por alimentos ‘alternativos’. Si el mar está lleno de especies, ¿por qué apostar siempre por los mismos pescados ‘pijos’ de siempre? Es una de las máximas que siempre repite el cocinero Ángel León (el chef del mar) y que hacemos nuestra para recordar que lo caro no siempre tiene por qué ser lo mejor. Unas caballas bien cocinadas, pueden resultar el mejor manjar, por poner un ejemplo. También los mejillones, en el caso del marisco, son deliciosos y más asequibles. Ocurre igual con la carne de cerdo, ternera o pollo… Productos más económicos pero que, si son de calidad, pueden dar lugar a recetas deliciosas propias de cualquier festín gastro.

Las carnes de ave más humildes pueden dar lugar a platos navideños realmente sabrosos sin dejarnos el bolsillo en el intento

  • Productos de temporada. Este es un consejo válido siempre y, por supuesto, también en Navidad. ¿Qué sentido tiene, por ejemplo, hacer un postre navideño con cerezas frescas, si ahora es tiempo de manzanas? Los alimentos de temporada serán más baratos y, además, estarán en su mejor momento de consumo. Además, no es solo una cuestión económica: comprar productos frescos de proximidad también es beneficioso para nuestra salud y además ayudamos a la economía local y a los pequeños productores.
  • Cuidado con las ofertas. Obviamente, siempre resulta interesante echar un ojo a los productos que están de oferta (packs tipo 3x2, alimentos con fecha cercana de caducidad…) porque nos permiten ahorrar algo de dinero. No obstante, no debemos dejar que dichas ofertas desvíen demasiado nuestra atención de la lista que previamente hemos planificado. A veces terminamos comprando productos que tienen rebajado su precio solo porque están de oferta pero que, en realidad, no necesitamos.

Dentro de los mariscos, los mejillones están entre los más asequibles (además de ser riquísimos y muy interesantes a nivel nutricional)

  • Más granel y menos plástico. Recuerda que los productos empaquetados suelen ser más caros que a granel, una ventaja para el bolsillo pero también para el medio ambiente. Asimismo, no olvides que algunas gamas de productos como charcutería, fruta, pescado… suelen ser más baratos en tiendas especializadas donde, además, los dependientes pueden darnos magníficos consejos sobre estos productos.
  • Compra en más de un mercado. Es cierto que hacer la compra en distintos puntos de venta te llevará más tiempo, pero probablemente conseguirás ahorrar un buen pellizco de dinero en tu cuenta y, además, comprando en los comercios de cercanía ayudas mantener el tejido económico del barrio.
  • Echa un ojo a la red. Internet y tu smartphone pueden ser grandes aliados. Antes de salir de casa podrás comprobar en qué supermercados cercanos cuentan con ofertas interesantes. Además, recuerda que, a veces, existen también ofertas muy atractivas si haces la compra online (que no se ofrecen s en las tiendas físicas).

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