Tras la expulsión de Dani en la pasada gala de MasterChef 9, donde el vizcaíno no lograba convencer a los jueces con la elaboración de su tarta, los aspirantes debían enfrentarse a un divertido juego que ponía a prueba sus conocimientos sobre el programa y la cocina en general. Por turnos tiraban de una ruleta con seis colores diferentes que se correspondían con diferentes categorías: invitados, concursantes, pruebas, técnicas y elaboraciones, ingredientes y jueces. El objetivo era obtener un quesito de cada color para poder cambiarlos por ingredientes y así tener la oportunidad de entrar al supermercado todas las veces que quisieran.

Después, los concursantes debían realizar un plato libre con los productos conseguidos, utilizando las técnicas aprendidas durante sus semanas en el programa y con la visita de Celia Villalobos, de MasterChef Celebrity 5 y Boris Izaguirre, de MasterChef Celebrity 3 y 4. Pero con una terrible sorpresa. El peor se iría a casa como primer expulsado de la noche. Tras la deliberación, Jiaping era la elegida por los jueces y debía abandonar las cocinas de Televisión Española. "No te gusta comer postre, no sueles elaborarlos y no entendemos por qué has decidido hacer uno en una prueba de eliminación. Tu plato ha sido un despropósito", explicaba Jordi Cruz antes de despedir a la concursante, que todavía no había pasado por el foso durante todas las galas.

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En la prueba de exteriores, los participantes debían trabajar en los Cines Callao de Madrid, donde debían elaborar el cóctel de bienvenida que se serviría en el preestreno de la película Descarrilados, protagonizada por los actores Arturo Valls, Ernesto Sevilla, Julián López, Ana Milán y Dafne Fernández. Cada equipo, formados por Meri, María, Amelicious y José en el rojo y Toni, Ofelia, Arnau y Fran en el azul, hacía siete canapés para 65 invitados VIP entre los que se encontraban Jorge Brazález y Miri, Luna y Aitana, exaspirantes de MasterChef. Pero el cocinado se volvía uno de los más accidentados de la edición, ya que por culpa de una olla con agua caliente, Meri gritaba desesperada porque se estaba quemando la oreja después de salpicarle y María enseñaba las quemaduras que le habían salido en el brazo por el agua hirviendo. Finalmente, el grupo rojo era el peor de la noche y debía ir a la prueba de eliminación. 

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De vuelta al plató, Samantha, Pepe y Jordi preparaban cuatro mostradores con distintos ingredientes que los delantales negros no podían coger, ya que solo podían disponer de ellos a cambio de tiempo, decidiendo cuántos minutos estaban dispuestos a pagar por conseguir más productos. Lácteos, latas, verduras y frutas y proteínas animales estaban en juego en esta prueba en la que contaban con la visita de la ganadora de MasterChef Junior 8, Aurora Ruiz, y Carlos Hernández del Río, chef del restaurante ConSentido en Salamanca. Tras la deliberación del jurado, Amelicious se convertía en la décima expulsada del programa. Y es que Pepe Rodríguez le recordaba que el plato que había presentado en este reto de eliminación era muy parecido al que entregaba en el último casting del talent culinario. Por ser demasiado precavida y no arriesgar en la selección de productos, la catalana terminaba presentando la peor elaboración de la noche. "No sabía qué hacer con las latas la verdad, no se me ocurría nada", explicaba entre lágrimas mientras Ofelia y Meri, sus dos amigas, no podían contener su tristeza.