Una final de altos galones
Ana, Iván, Andy, Alberto y Luna son los cinco finalistas que lucharán por la oportunidad de convertirse en el ganador de MasterChef 8, una edición repleta de talento en las cocinas, pero también de polémicas. Los concursantes restantes han demostrado sus dotes culinarias a lo largo de cuatro meses de grabaciones, que finalizan con un final de ensueño en el que visitarán las cocinas de El Bohio, el restaurante de Pepe Rodríguez.
El de Illescas abrirá las puertas de su casa por primera vez al programa que le dio popularidad en televisión, donde pondrá a prueba a los concursantes que busquen una plaza en la gran final. Por primera vez en toda la historia del MasterChef esta final se decidirá entre tres cuchillos, siendo uno de ellos el de Ana, que ya consiguió la chaquetilla en el pasado episodio.
El ganador obtendrá la publicación de su propio libro de recetas, cien mil 100.000 euros, y un Máster en Cocina, Técnica y Producto que concede el Basque Culinary Center, Facultad de Ciencias Gastronómicas de San Sebastián.
Alberto
Este joven catalán destacó desde el primer programa como un serio aspirante a hacerse con el premio de los fogones de TVE. Constancia y perseverancia son sus mejores armas, ya que si hubiera que elegir al concursante más regular de la edición su nombre sería, sin duda, el seleccionado tanto por jueces como por la audiencia. Este entrenador de fútbol sala está decidido a emprender una carrera profesional y ganar MasterChef sería la mejor manera posible.
Pero quizás del programa se lleve algo más que una experiencia, ya que parece que finalmente el amor ha triunfado y su relación con Luna va viento en popa. A pesar de los recelos iniciales del joven, Alberto finalmente vio con buenos ojos los cariños de su compañera canaria.
Ana
Esta joven de 24 años tiene un futuro prometedor como empresaria, dedicada al diseño de pendientes. Pero todo podría dar un gran cambio si Ana consigue ganar el concurso. De momento va por el buen camino ya que es la única de los cinco que estará en la gran final a tres. Su espectacular prueba en la semifinal le valió este premio, aún estando castigada por haber filtrado información junta a Luna.
Muy unida a la canaria, su mejor amigo dentro de MasterChef ha sido Iván, que ha intentado jugar a su favor en cada una de sus decisiones. En lo personal Ana mantiene una relación estable desde hace cuatro años, y todo apunta a que suenan campanas de boda.
Andy
Si MasterChef ha tenido un protagonista en su octava edición, el nombre de Andy estaría en todas sus quinielas, demostrando ser un cocinero capaz de hacer frente a cada plato. Se definía al inicio del concurso como el fan número 1 de Tamara Falcó, a la que consiguió conocer prácticamente a las tres semanas. Este joven abogado no mintió en ningún momento respecto a sus opciones de ganar, él lo iba a intentar a toda costa y sus compañeros eran rivales. Así protagonizó algunas de las polémicas más duras de la edición, como la expulsión de Michael tras el complot de Andy junto a José Mari en la prueba grupal, que acabó por suponer su expulsión. El propio finalista pidió perdón a través de las redes sociales por ese comportamiento.
Iván
El deporte ha sido una máxima en la vida de este gallego, convirtiéndose en entrenador personal. Pero Iván ha extrapolado esta competitividad a las cocinas de MasterChef, siendo uno de los concursantes que más trabajo han dado a los jueces. A diferencia de otros compañeros, como es el caso de la propia Saray, Iván ha sabido relajarse y no ser tan contestón con el paso de los episodios, siendo un claro favorito para imponerse en la recta final del concurso.
Además, ha regalado a los espectadores algunos de los mejores momentos con su relación de amor-odio con Andy. De pensamientos totalmente diferentes, ambos han acabado siendo prácticamente amigos, y como el dúo de aventuras favorito de la audiencia.
Luna
La alegría de MasterChef 8 se llama Luna y es made in Canarias. Profesora de yoga antes de presentarse al programa, la cocina healthy y nutritiva es su principal baza para optar a ganar el concurso. Es de los cinco finalistas la que más problemas ha tenido para llegar, sobre todo por sus fallos culinarios cuando tiene que salir de su zona de confort.
Pero seguro que no se va de vacío del programa, ya que desde un principio se fijó en ese guapo compañero llamado Alberto. Recientemente viajó de sus islas hasta Barcelona, para protagonizar un cariñoso y romántico reencuentro, aunque ambos confirman que van paso a paso y que la distancia juega una mala pasada en este caso.
Invitados de excepción
Ana estará directamente en la final a tres, primera de toda la historia de MasterChef. Para saber que dos concursantes se sumarán a este logro, habrá dos pruebas. La primera consistirá en imitar a uno de los chefs más reconocidos de todo el país, el vasco Martín Berasategui, que volverá a motivar a los aspirantes con su "garrote, garrote". El mejor de los cuatro, entre Iván, Alberto, Luna y Andy, acompañará a Ana.
Después todo el equipo se trasladará a Illescas, para visitar El Bohio. "Gazpacho de aceitunas, sopa de hierbas y almendra; gamba roja, albóndigas de gamba, azafrán y juego de sus cabezas; y ciervo asado, compotas de frutos rojos y queso de cabra", integrarán el menú de absoluta calidad que tendrán que cocinar los tres concursantes restantes, y solo uno se sumará a la gran final.
Esta última cita del programa consistirá en un cocinado completo, incluyendo entrante, postre y plato principal. Momento en el que habrá muchas y gratas sorpresas para los finalistas.