¿Sabes de qué madera está hecha y para qué sirve una barrica?

El roble es la madera más popular en todo el mundo para que algunos vinos hagan su crianza y se redondeen, aunque no es la única. Te invitamos a descubrir para qué sirve una barrica, qué aporta la madera a este producto inseparable de nuestra cultura y te recomendamos 5 vinos con robles distintos

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Los vinos tintos más complejos y con mayor estructura, además de por la viticultura, por la calidad de la uva y por el modo de elaboración, suelen pasar por un proceso de crianza en barricas de madera. De ahí que según el tiempo que dure, se haya distinguido tradicionalmente entre vinos de crianza, reserva y gran reserva. Esta categorización se desdibuja con el cambio en las legislaciones de cada denominación de origen y las nuevas categorías que modifican esos periodos. Es cada bodega la que determina el tiempo que el vino tiene que estar en barrica -por lo general un máximo de dos años- y después en la botella, para redondearse, antes de salir al mercado.

Algunas bodegas también fermentan sus vinos, tintos pero también blancos, en madera -en barricas o en tinos más grandes-, en lugar de hacer el proceso -todo o una parte- en acero inoxidable. De esta forma, se deja actuar a las levaduras para fermentar el mosto y transformar sus azucares en alcohol, glicerina y otras sustancias. Posteriormente, también puede pasar el vino algún tiempo más por madera para su crianza.

¿Para qué sirve una barrica?

La barrica ayuda a oxigenar el vino, además de dotarle de textura -cuerpo- y aromas, suavizar la astringencia y tanicidad y aportar estabilidad. La más utilizada es la barrica bordelesa de 225 litros. Otros contenedores de madera para esta bebida -sobre todo para la fermentación- son las botas, que pueden tener hasta 1.500 litros, y los más grandes -tinos, fudres o cubas-, de entre 1.000 hasta 50.000 litros.

Los precios de las barricas varían mucho según su procedencia -la más cara, alrededor de 800 euros, es el francesa- y la durabilidad de cada una de ellas también. Es el enólogo de cada bodega quien decide qué barricas, cuántas veces usarlas y cuándo renovarlas, según las características que quieran otorgarle a cada vino. El objetivo general es que la madera no enmascare la fruta, ni la mineralidad -si la tiene- y sirva para ensamblar aromas y sabores del vino. De ahí que en la actualidad se tienda a rechazar la madera completamente nueva.

¿Sabes qué maderas se usan para la crianza del vino?

A lo largo de la historia se han utilizado diferentes maderas para hacer barricas, pero es la de roble, tanto francés como americano, la más empleada en la actualidad para la crianza del vino, debido a que es la que permite la mejor cesión de taninos y aromas junto al aporte necesario de oxígeno a través de sus poros.

En los últimos tiempos, también se está experimentando con robles de otras procedencias como el húngaro, el español -sobre todo del norte-, el del Cáucaso, austriaco, etc. Cada uno tiene su personalidad propia, su diferente velocidad de crianza y una capacidad de aguante mayor o menor en años.

Las barricas de roble americano son más resistentes y porosas que las de roble francés. Esto hace que las propiedades de la madera se transfieran más fácil y rápidamente al vino, de ahí que sean ideales para reducir su astringencia y dureza. El roble francés tiene unos poros más finos y esto se traduce en el aporte de una mayor elegancia y suavidad al vino.

También cada madera aporta unos aromas diferentes: notas tropicales y exóticas, café, ahumados, tabaco y cacao, para el roble americano; y vainilla, miel, frutos secos y especias dulces y herbáceas, para el roble francés. En algunos vinos, se combinan las dos y el vino pasa por los dos tipos de barricas.

Por su parte, el roble español se caracteriza por aportar notas de café, cacao, ahumados, caramelo y almendras y el húngaro nos recuerda a vainilla y especias y limita las sensaciones de amargor y astringencia.

El tostado

Además del tipo de roble con el que está hecha una barrica, lo que determina el aporte de unas cualidades u otras al vino es el tostado de la madera, que se refiere a la profundidad de quemado de las duelas (esto son las piezas de las que consta una barrica) y puede ser ligero (aromas muy sutiles a madera), medio (aromas de almendra, vainilla, clavo y café) y alto (notas ahumadas y especiadas). Además, en ocasiones se marcan con niveles intermedios, reflejados con un signo + o - .

Otras maderas para la crianza del vino

Aunque de forma más minoritaria, se emplean otras maderas para la crianza del vino. La de cerezo aporta aromas de frutos rojos, la de pino proporciona aromas a resina, y la de acacia da aromas más florales. De forma aún más minoritaria se usan castaño, haya, fresno, etc.

Algunos vinos con roble francés, roble americano y roble español

Te recomendamos ahora algunos vinos que están criados con 3 tipos diferentes de barricas: de roble francés, roble americano y roble español.

Dehesa de los Canónigos Crianza 2016 (15 meses en barrica de roble americano)

Vino tinto elegante y complejo, de la Denominación de Origen Ribera del Duero, con un gran equilibrio entre la fruta y la madera, está elaborado a partir de las variedades tempranillo y cabernet sauvignon. Es el buque insignia de la bodega con el mismo nombre, que selecciona cuidadosamente sus mejores uvas.

Permanece 15 meses en barricas de roble americano de uno y dos años de edad con tostado medio para después pasar otros 15 meses redondeándose en la botella. En nariz sobresalen las notas de frutos negros, toques de regaliz y de delicado bombón, con un paso de boca largo e intenso. Destaca por ser un vino equilibrado -con la madera y la fruta bien integradas-, fino y elegante.

PVP recomendado: 19,50€

Las Tierras de Javier Rodríguez Original 2014 (16-18 meses en barricas de roble francés y roble americano)

Rodríguez Sanzo es una empresa familiar dedicada a elaborar vino en las Denominaciones de Origen más importantes de España y Javier Rodríguez es el enólogo y artífice del proyecto. Este es uno de sus vinos más reconocidos. Está elaborado con uvas de la variedad tinta de Toro de 3 parcelas distintas, todas ellas prefiloxéricas y ubicadas en suelos diferentes.

Estamos ante un vino potente y con marcada personalidad que fermenta primero en tinos de madera, después hace la maloláctica en barricas, para pasar a un periodo de crianza de entre 16-18 meses en barricas (60% de roble francés y 40% de roble americano). Vuelve otros 6 meses a los tinos de madera y reposa 12 meses en botella antes de salir al mercado.

En nariz nos conquista con sus frutas negras maduras y sus notas de café, tinta china y toffee y en boca es muy corpulento, sabroso, de gran estructura y amplitud.

PVP recomendado: 25€

7 metros (16 meses en barrica de roble español)

Bodegas LAN fue pionera hace más de dos décadas en el uso de barricas mixtas –roble americano en las duelas y francés en los fondos-, así como de roble ruso y húngaro. Con este vino tinto (del que sólo se han elaborado 8.052 botellas) experimentan con roble español y sólo utilizan madera de arboles con 7 metros de fuste -de ahí su nombre- y cuyo tronco no tenga ramas ni nudos. 

Esta nueva referencia se une a sus otros vinos singulares: LAN D-12 -fruto de una selección del depósito favorito de sus bodegueros, el número 12- y LAN XTRÈME, la manifestación extrema del respeto a la materia prima, nacido de la parcela Mantible ecológico, ubicada en la finca Viña Lanciano. 

En este vino de la Denominación de Origen Calificada Rioja destacan unos aromas intensos a fruta roja licorosa, toques balsámicos procedentes del roble español, hierbas frescas y resina, y en boca notamos la presencia de taninos maduros y elegantes, con recuedos a caramelo de toffee.

PVP recomendado: 12,50€

Finca la Emperatriz Gran Vino 2016 (10 meses en barrica de roble francés)

Vino blanco de la subzona de Rioja Alta que se elabora con la variedad viura en su totalidad. La mitad de este 'Gran Vino' fermentó en depósito de hormigón durante 10 meses, y la otra mitad estuvo el mismo periodo de tiempo en barricas de roble francés 1/3 nuevas, 1/3 de segundo año y 1/3 tercer año.

Está vinificado con uvas procedentes de cepas con un promedio de 60 años, y con él la bodega busca recuperar el estilo de vinos finos y de guarda que dio gloria antaño a la Rioja Alta. Es un vino con una gran frescura, graso, y presenta una madera muy bien integrada. En nariz se perciben notas blancas, fruta ácida y manzanilla y en boca tiene un final largo y persistente.

En su primera añada 2016 sale ya bajo la nueva categoría riojana de 'Viñedo Singular', la de más alta calidad en Rioja, avalada por los rigurosos requisitos del Consejo Regulador (una única parcela, rendimientos por debajo los 6600 kilos y un resultado de cata excelente).

PVP recomendado: 35€

Chivite Las Fincas Rosado Fermentado en Barrica (10 meses en barricas de roble francés)

Es el tercer vino que nace de la colaboración de Julián Chivite y Juan Mari Arzak y está elaborado por la bodega J. Chivite Family Estates con uvas del terroir Finca de Legardeta, en Tierra Estella (Navarra). Estamos ante un rosado de cuidada y compleja elaboración a partir de uva garnacha 100%. Después de una maceración pelicular muy corta, se procede al sangrado, clarificación y encubado en barricas de roble francés, donde fermenta y se cría sobre sus propias lías durante 10 meses antes del embotellado.

Es un vino muy polivalente -de excelente acidez y compleja nariz-, que va bien con comidas más ligeras, pero al ser bastante graso, puede acompañar a platos más potentes como carnes blancas, pastas, arroces, etc y su complejidad nos permite también disfrutarlo en una copita para el aperitivo.

PVP recomendado: 24,90€