Aguacate: cuatro mitos (y algunas curiosidades) sobre el ingrediente ‘estrella’ de Instagram

A pesar de su omnipresencia en redes -y en nuestras despensas-, existen ciertas creencias falsas relacionadas con el aguacate que aún permanecen extendidas y que hoy queremos desmontar definitivamente

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Pocos ingredientes pueden presumir hoy día, tanto en las fruterías como en las redes sociales, de tanta popularidad como el aguacate. Un dato que habla por sí solo: solo en España, el año pasado se consumieron más de 74 millones de kilos de este rico fruto de origen latinoamericano (un 25% más respecto al año anterior).

Sin embargo, aunque ya estamos más que acostumbrados a utilizarlo para nuestras recetas, aún siguen existiendo ciertos mitos alrededor del aguacate que conviene derribar. Así nos lo recuerda la WAO (Organización Mundial del Aguacate). Echa un ojo porque, quizá alguno te sorprenda:

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El aguacate no se puede congelar. FALSO. Este es uno de los mayores mitos que rodea al aguacate; sí que se pueden congelar. La mejor manera de hacerlo es pelarlos, partirlos por la mitad y quitarles el hueso. Además, para que se mantengan durante más tiempo, lo mejor es mezclarlos con un poco de zumo de limón antes de empaquetarlos. Eso sí, ten en cuenta que la textura al descongelarlo puede no ser exactamente igual a la original (por lo que dependerá el uso culinario que queramos dar al aguacate una vez descongelado). 

Envolverlos en periódico para que maduren antes. FALSO. Simplemente con dejarlos fuera de la nevera, a temperatura ambiente es suficiente para que maduren. También se recomienda ponerlos cerca de un plátano o una manzana porque la fruta amarilla libera gas de etileno, considerada la ‘hormona del envejecimiento de las plantas’, una hormona vegetal natural que acelera el proceso de maduración.

Como tiene muchas calorías es enemigo de la línea. FALSO. Es cierto que tiene un alto contenido en grasas, pero son monoinsaturadas, es decir, grasas ‘buenas’ (al igual que, por ejemplo, los frutos secos o el aceite de oliva). Además, tiene un alto poder saciante. Por tanto, es un alimento perfecto para su inclusión en una dieta saludable.

Su mejor forma de consumo: ensaladas y tostadas. FALSO. O, al menos, no cierto del todo. Es verdad que el aguacate es delicioso en este tipo de preparaciones, pero muchas veces olvidamos que puede resultar igualmente exquisito en infinidad de recetas más. Cremas, helados, sushis, macedonias… Sin olvidar, por supuesto, el sabrosísimo guacamole.

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ALGUNAS CURIOSIDADES

-Si pensamos en alimentos ricos en potasio… ¿qué alimento te viene primero a la cabeza? Seguramente, el plátano. Pues el aguacate lo supera (485mg por cada 100 gr de producto frente a 358).

-En España, la zona de Axarquía (en Málaga) es la mayor productora de aguacates debido a sus especiales condiciones climáticas.

-Aunque hay muchas variedades -Reed, Criollo, Choquette, Pinkerton…- la más consumida en España es la variedad Hass.

-A pesar de que cada maestrillo tiene su librillo, la forma más sencilla de pelar un aguacate es separándolo en dos mitades por su parte más alargada. Después extraemos el hueso (un buen truco es clavar en él un cuchillo, en horizontal, y hacer un pequeño giro. Si el aguacate está maduro, el hueso saldrá con facilidad, quedándose clavado en el cuchillo). Después, con una cuchara se extrae la pulpa de forma muy sencilla para, posteriormente, darle el uso que deseemos.

-El nombre de aguacate viene de la palabra Ahuacatl propia del lenguaje náhuatl (idioma hablado por los aztecas de América Central, principalmente México).

-Persea Americana. Así se llama científicamente el árbol del que nace el aguacate. Y es que, aunque en España lo empleamos muchas veces como si fuera una verdura, en realidad, el aguacate es una fruta.

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