Huevos y verano: evita posibles intoxicaciones con estos sencillos ‘tips’

Las altas temperaturas suelen ser enemigas del huevo aunque, si seguimos unas pautas muy básicas, las intoxicaciones serán mucho más improbables

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Es uno de los alimentos imprescindibles en la cesta de la compra de muchísimas familias: los huevos son económicos, aportan grandes beneficios nutricionales (son una magnífica fuente de proteínas de alto valor biológico), y además son realmente versátiles en cocina. Esto hace que podamos consumirlos de mil y una maneras, sin preocuparnos, además, por aquellas teorías desactualizadas que vinculaban el consumo de huevos con altos índices de colesterol.

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Lo que, sin duda, sigue teniendo vigencia es la posibilidad de que este saludable alimento, pueda convertirse en ‘culpable’ de intoxicaciones alimentarias si no lo empleamos adecuadamente, sobre todo cuando las altas temperaturas aprietan.

Seguro que la palabra salmonelosis ha acudido ya a tu mente al leer esto. Sin embargo, si tienes en cuenta estas sencillas pautas, es realmente improbable que se produzca intoxicación alguna:

  • En el mercado, vigila siempre la fecha de consumo preferente de los huevos y cómpralos lo más frescos posible. Comprueba que no presenten ni grietas ni roturas.
  • Es muy importante evitar la contaminación cruzada: que los alimentos ya cocinados no entren en contacto con utensilios que puedan estar manchados con huevo crudo.
  • Las cáscaras de huevo no deben lavarse ya que están recubiertas por una capa protectora denominada cutícula que evita que las bacterias penetren a través de los poros de la cáscara. Si el huevo está sucio y hay que lavarlo, éste deberá utilizarse inmediatamente.
  • No rompas los huevos en el mismo recipiente donde los vayas a usar. Por ejemplo, no casques los huevos directamente sobre una sartén, mejor cáscalos primero en otro recipiente y de ahí a la sartén.

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  • Si tienes que separar las yemas de las claras no lo hagas en la propia cáscara.
  • Recuerda que los platos preparados con huevo (son muy habituales, por ejemplo, los que llevan mayonesa como la ensaladilla rusa) siempre deben conservarse en frío y, como máximo, 24 horas. Aunque lo mejor siempre será consumirlos de inmediato.
  • Es esencial lavarse las manos, no solo antes de manipular cualquier alimento, sino también después de que las manos hayan entrado en contacto con los huevos para así no transmitir microorganismos a la comida cocinada. 
  • También es importante limpiar muy bien los recipientes donde se haya batido huevo crudo. Asegúrate de que mientras los bates no hay alimentos cocinados cerca.
  • Los huevos rotos y sus cáscaras deben tirarse a la basura enseguida y no deben guardarse junto a los huevos intactos.

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  • Hay que mantener la cadena de frío: no cambiar repetidamente la temperatura a la que se almacenan los huevos ya que puede hacer que se condense agua en la cáscara, lo que promovería el crecimiento de bacterias y su penetración en el interior del huevo.
  • Se recomienda consumir los huevos lo más cocinados posible para mejorar la seguridad.

HUEVOS RELLENOS: LOS 'REYES' DE LAS MESAS DE VERANO

Es, sin duda, una de las preparaciones más sencillas, socorridas y sabrosas con el huevo como ingrediente principal para los calurosos días de verano. Nos referimos a los huevos rellenos. Una receta que cuenta con mil y una variantes. Nosotros te proponemos estas cuatro versiones (para acceder al modo de elaboración solo tienes que pulsar sobre el nombre de las recetas).

Huevos rellenos con ensalada hortelana

Huevos rellenos de hummus con hortalizas

Huevos rellenos variados

Huevos rellenos de atún y gambas

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