Monas de Pascua: del bollo más tradicional al más adorable unicornio

Los grandes reposteros despliegan toda su creatividad en estas fechas para la crear las monas más originales. Pero este nombre también hace referencia a un postre cargado de tradición que hoy te enseñamos a preparar paso a paso

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Los días previos a Semana Santa los mejores reposteros de país dejan volar su imaginación para dar una nueva ‘vuelta de tuerca’ a los postres más tradicionales ligados a esta época del año. ¿El resultado? recetas de lo más originales (además de deliciosas). Si ayer mismo te contábamos, por ejemplo, cómo el pastelero José Fernández -al frente de Nunos- ha diseñado este año una curiosa colección de torrijas con sabor a chía o a quinoa, hoy nos centramos en otro clásico del recetario dulce en estas fechas: las monas de Pascua.

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Su nombre enseguida nos remite a esos huevos de chocolate, que los grandes maestros chocolateros convierten cada año en verdaderas obras de arte. Este año nos ha conquistado, por ejemplo, el adorable unicornio de Christian Escribà, las siempre elegantes creaciones de Oriol Balaguer, o las simpáticas monas de Josep María Rodríguez Guerola (la Pastisseria, Barcelona).

Dado que las monas de chocolate más creativas están solo al alcance de unos pocos maestros reposteros, lo que sí podemos preparar en casa es la receta más tradicional de la mona de Pascua que hoy os enseñamos a elaborar paso a paso. Una receta que nos llega de la mano de Levital, y cuyos ingredientes están pensados para la preparación de cuatro monas. 

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Ingredientes:

-4 huevos para cocer, 4 huevos para la masa y 1 huevo para el 'barniz'
-100 ml de leche entera templada
-25 g de levadura fresca
-100 g de azúcar
-una cucharadita de esencia de vainilla
-500 g de harina de fuerza
-70 g de mantequilla a temperatura ambiente

Elaboración:

-Cocemos 4 huevos. Para que no se agriete la cáscara, y podamos posteriormente decorarlos, los metemos en el agua fría y luego encendemos el fuego, a nivel medio/alto, durante aproximadamente 20 minutos.

-Vertemos en un bol la leche templada y añadimos la levadura fresca, que deshacemos con nuestros dedos. Removemos, con ayuda de un tenedor.

-Añadimos el azúcar y la esencia de vainilla (opcional). También podéis añadir ralladura de limón o de naranja o agua de azahar. 

-Echamos la harina al bol. Es importante que sea harina de fuerza.

-Turno para los otros 4 huevos: los sumamos al contenido del bol y comenzamos a amasar con una cuchara de madera.

-Es normal que la masa sea muy pringosa, por eso usamos la cuchara de madera al principio. Cuando los ingredientes se hayan mezclado, añadimos la mantequilla y volvemos a mezclar, pero ya con nuestras manos.

-Sacamos la masa del bol, enharinamos nuestra mesa de trabajo, nuestras manos y continuamos amasando fuera del bol. Como decimos, la masa es muy pegajosa, por eso podemos ir enharinando la mesa ligeramente de vez en cuando y nuestras manos, pero sin abusar, porque un exceso de harina provocará que nuestro bollo quede demasiado duro.

-Con paciencia, amasamos, apretamos, doblamos la masa, apretamos, doblamos la masa, amasamos... durante 5 minutos intensos, o el tiempo que nos lleve hasta que la masa ya no se pegue a la mesa de trabajo.

-Lavamos y secamos bien nuestro bol y dejamos dentro la masa, cubierta con un paño de cocina, durante dos horas de reposo, para que la levadura fresca haga su trabajo.

-Transcurridas las dos horas, volvemos a amasar unos minutos para sacarle los gases a la masa y creamos una bola. Partimos la masa en cuatro partes y cada trozo lo dividimos en dos (en total, ocho porciones de masa).

-Tomamos un trozo y lo amasamos en forma de rulo. Repetimos misma operación con otra porción de masa y trenzamos los dos rulos (también se puede hacer sin trenzar). Unimos los rulos trenzados por los extremos, dándole una forma circular: ya tenemos nuestra mona.

-Hacemos el mismo proceso con las seis porciones restantes, por lo que obtendremos 4 monas finalmente, que colocamos sobre la bandeja del horno, forrada con papel vegetal. Cubrimos con el paño de cocina y dejamos que repose otras dos horas.

-Diez minutos antes de que finalice el reposo de la masa vamos a preparar el 'barniz' que les dará un brillo especial a nuestras Monas de Pascua. Limpiamos y secamos el bol que venimos utilizando y añadimos un huevo más un chorrito de leche y batimos.

-Quitamos el paño de cocina y barnizamos las monas. En el hueco interior de cada mona colocamos un huevo cocido.

-Antes de hornear, en una taza, echamos 3 cucharadas de azúcar y la amasamos con los dedos humedecidos en agua, así el azúcar se apelmaza. Este azúcar ‘apelmazado’ lo usamos para espolvorear por encima de las Monas. Puedes decorarlas también con almendras laminadas, anisetes de colores, bolitas de chocolate, etc. Tras este toque final, llega el momento del horneado.

-Horneamos durante 30 minutos, a 180 grados y... listo. ¡Buen provecho!

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