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clock 40min | easyFácil | 8 COMENSALES

Bizcocho clásico de yogur

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Bizcochos hay de todos los sabores posibles y este de yogur no te decepcionará. Gustará a toda la familia y amigos, así que no esperes más y ¡pruébalo con los tuyos!

  • 6 ud de Huevos
  • 6 vasos de yogur de Harina
  • 4 vasos de yogur de Azúcar
  • 2 ud de Yogures de limón
  • 2 vasos de yogur de Aceite de girasol
  • 2 sobres de Levadura en polvo
  • 10 g de Mantequilla
  1. 1.

    Precalienta el horno a 180 grados.

  2. 2.

    En un bol grande, bate los huevos con varillas eléctricas hasta que aumenten considerablemente su tamaño. Si se prefiere, se puede utilizar también la varilla manualmente, aunque se tardará más.

  3. 3.

    Incorpora el aceite, el azúcar y el yogur de limón, y sigue batiendo. Lo normal es utilizar yogur de limón, aunque también puede sustituirse por yogur natural, aunque tendrá menos sabor. En este caso, podría arreglarse incorporando después otros ingredientes como ralladura de limón, trocitos de chocolate u otras frutas.

  4. 4.

    Cuando todo esté perfectamente mezclado, tamiza la harina y la levadura, y añádelo al bol. Es importante tamizar la harina para que caiga más suelta, como en forma de lluvia, y no se produzcan grumos que posteriormente podrían dificultar la cocción correcta del bizcocho.

  5. 5.

    En este momento, ya no se bate más sino que se mezcla cuidadosamente con un tenedor. De esta manera, la masa no perderá el volumen que ha ganado al batir los huevos.


  6. 6.

    Vierte la mezcla resultante en un molde, que tiene que haberse untado con mantequilla para que posteriormente no se pegue.

  7. 7.

    Coloca el molde en el horno a 180 grados durante 25 minutos aproximadamente. No dejes que pase mucho tiempo entre que se acaba de mezclar la masa y el inicio de la cocción, ya que se puede eliminar el aire que se ha ganado al batirla y, en consecuencia, el bizcocho perderá esponjosidad.

  8. 8.

    Para comprobar que está listo pasado el tiempo, pincha con un palillo o una aguja de punto y, si sale limpia, podrás sacar el bizcocho del horno.

  9. 9.

    Si ves que la superficie del bizcocho ya ha cogido su característico color dorado pero, en cambio, el interior sigue crudo, continúa con la cocción pero coloca papel de aluminio por encima para que no se queme el exterior.

  10. 10.

    Cuando desmontes el molde, coloca el postre sobre una rejilla hasta que se enfríe.