Si no hubiera elegido la caja correcta, el paso de la hermana del actor Mario Casas por el programa ¡Allá Tú!, hubiera pasado inadvertido y jamás se hubiera conocido su verdadera identidad. Pero da la casualidad, que Sheila Casas, una estudiante de derecho de 23 años y hermana de uno de los actores que mayores pasiones levanta entre las adolescentes españolas, eligió la caja correcta y su aparición en televisión ha generado más expectación de la que alguna vez pudo imaginar.
Sheila llegó al plató del programa, presentado por Jesús Vázquez, gracias a la llamada telefónica de su madre, quien se hizo pasar por ella para inscribirla en el concurso. Seguidora de este espacio televisivo, al igual que toda su familia, la joven no dudó en acudir como concursante tras recibir la solicitud.
El programa se ha cuidado muy mucho de no desvelar la cantidad exacta que se llevará bajo el brazo Sheila esta misma tarde, aunque las opciones son dos: una caja con 120.000 euros u otra con 300.000. Dos cantidades que sin duda ayudarán a la joven a llevar sus estudios con mejor humor.
Escudada tras la identidad de ‘hermana de...’, esta estudiante de derecho, que se ha hecho por sorpresa un hueco muy particular en la televisión, no ha dudado de aprovechar sus ‘minutos de fama’ para presumir de hermano: “Estoy muy orgullosa de él y para nada me molesta que digan que soy 'la hermana de Mario Casas'. Él es el mayor, así que estoy acostumbrada, aunque suele ser la gente que no me conoce de nada la que dice eso" ha comentado la joven.
Sheila, que reside en Madrid junto a sus cuatro hermanos, ha recibido durante su participación el apoyo incondicional de toda su familia, empezando por su popular hermano, quien no ha dejado ni un segundo de mandarle ánimos y mensajes al móvil durante la duración del programa. Unos buenos deseos, que se han unido a los de otro de sus hermanos, Christian, quien guarda un innegable parecido con Mario Casas. El joven, de 19 años, quien ya ha hecho alguna incursión en la televisión en series como Aída o Hermanos y detectives, decidió acortar la distancia que le separaba de su hermana desde el sofá de su casa y se presentó en el plató junto a una de las mejores amigas de Sheila para trasmitirle en vivo y en directo sus impresiones.
Tras 18 tardes concursando y convertida en la ‘musa del programa’ por su simpatía y belleza, Sheila, quien sueña con convertirse algún día en fiscal, se marcha a casa con nuevas experiencias que contar, con el mejor sabor de boca y con los bolsillos rebosantes de dinero.
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