Desde el fenómeno Ocho apellidos vascos, es la actriz del momento. Clara Lago vive un momento muy dulce, no sólo a nivel profesional sino también en el terreno personal junto al actor Dani Rovira, con quien precisamente rodó la película, la más taquillera del cine español. Este miércoles, la guapa intérprete amadrinó la presentación en Madrid de una firma de sandalias que el año pasado tuvo como embajadora a Sara Carbonero -“me parece una mujer estupenda, pero no la conozco personalmente”- y que tiene como imagen mundial a Gisele Bündchen. “Es la modelo que más admiro en el mundo”, dice Clara.
Con un ‘look’ muy veraniego y una sonrisa resplandeciente, la actriz se mostró simpática y cercana respondiendo a los medios cómo está llevando este ‘boom’ de popularidad: "Es raro, estoy intentando acostumbrarme. Ha sido un año muy intenso y ha conllevado a una pérdida de intimidad, pero en general para mí y para la industria ha sido muy bueno. No considero que mi temprana andadura en esta carrera me haya hecho perder nada, al contrario, me ha enriquecido mucho."
Discreta al hablar de su chico, cuando se le pregunta cómo es trabajar con él responde: "No lo sé, no me ha pasado todavía, ya os lo contaré más adelante. En Ahora o nunca no compartimos ninguna escena." Sí habla más cómoda del actor cuando se compara con él al contar cómo se prepara para lucir figura en verano: “Intento hacer la ‘operación bikini’ todo el año. Me gusta cuidarme, no sólo por estética, sino también porque los actores trabajamos con nuestro cuerpo. Intento comer sano, aunque de vez en cuando me pego mis festivales, que creo que también es necesario. Hago pilates y tonificación, me gusta bailar cuando puedo, y salgo a correr. Dani lleva corriendo maratones no sé cuánto tiempo, yo voy a mi ritmo.”
En cuanto a su carrera, Clara admite haberse planteado dar el salto a Hollywood, aunque no para instalarse allí. “Me gustaría ir a Hollywood, es una industria increíble con producciones impresionantes, pero el cine europeo también tiene una calidad maravillosa y además yo necesito el calor de la gente, cosa que en Los Ángeles no se encuentra con tanta facilidad. Yo soy de ‘¡Viva España y viva Malasaña!'. Me quitas el vinito y la tapita y se me va la vida. Ojalá sea capaz de trabajar fuera y también en España, como Penélope (Cruz) y Javier (Bardem)".
Por último, al preguntarle cómo compagina su apretada agenda con su vida personal, la actriz sonríe y dice: "En los ratos libres aprovecho para quedar con la gente que no veré en bastante tiempo. En mi día a día compagino ensayos, ruedas de prensa y muchas veces es cuestión de ir improvisando para ver a los tuyos."
