La vuelta a casa de Charlize Theron, con escala romántica incluida, tras dos meses en Sudáfrica

Por hola.com

Con gesto serio y seguro que con muchas ganas de volver a su casa, en Los Ángeles, Charlize Theron y Sean Penn han sido fotografiados en el aeropuerto de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde han estado trabajando desde el pasado mes de agosto. La actriz se ha puesto a las órdenes del actor en la película The Last Face y parece que han superado la dura prueba de compaginar trabajo y amor, y es que ella tenía muy claro el secreto para conseguirlo, antes de ponerse manos a la obra con este largometraje: “Tengo que ver a Sean como mi director y no como mi pareja”, decía.



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Pero antes de regresar a Estados Unidos, la pareja puso rumbo a París, donde pasaron unos días antes de su regreso a casa y seguro que celebraron el fin de su primer proyecto juntos como actriz y director. Un duro rodaje de dos meses lejos de su hogar. Aunque para Charlize seguro que ha sido un poco más llevadero, ya que a pesar de que ella reside en Los Ángeles, nació en Sudáfrica, en una provincia cercana a Johannesburgo, donde vivió hasta que a los 16 años se mudó a Europa para comenzar una carrera como modelo que terminó derivando en una fulgurante carrera de actriz, con la que ha conseguido hacerse un hueco entre los grandes de Hollywood y en 2004 ganó un Oscar por su papel en Monster.


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Hace unos días Dylan Penn, hija del actor y Robin Wright hablaba de la buena pareja que hacen su padre y la actriz: “Charlize es brillante por una cosa. Y es la única mujer desde mi madre que puede callar a mi padre. La única. Eso es todo un reto. Ella es una máquina. Es fantástica y juntos hacen una pareja increíble”.

Ahora que han terminado el trabajo, quizá tomen más fuerza los rumores que apuntan a que podrían estar pensando en boda y en adoptar un niño, que se uniría al pequeño Jackson, adoptado por la actriz en 2012. La pareja comenzó su relación a principios de año. Juntos dieron la bienvenida al 2014 en la casa que el actor tiene en Hawai y después de ese viaje se volvieron inseparables.