Aunque el nombre de Nerea Barros haya empezado a sonar hace relativamente poco tiempo -gracias a su actuación en La isla mínima y en El tiempo entre costuras- empezó trabajando en esta industria con 15 años, cuando debutó en la película Nena. Además de actriz, es enfermera, adicta a los deportes de riesgo y es la novia de Juan Ibáñez, más conocido por dar vida a Trancas, una de las hormigas de El Hormiguero.
Hasta hace un par de años Nerea trabajaba como enfermera el Clínico de Santiago, una profesión que combinaba con alguna incursión en el cine y en el teatro. Hasta que en una sala de conciertos gallega conoció a Juan Ibáñez, hace ya más de cuatro años, esto unido a su pasión por la interpretación cambio su vida: “Me costó mucho venir definitivamente a Madrid porque, durante un tiempo, combinaba muy bien la enfermería con la interpretación. Venía muy a menudo a la capital para estar con Juan, pero tampoco podíamos estar mucho tiempo en esta situación. Llegó un momento en que en Galicia no había mucho trabajo y me surgieron temas en Madrid... Y me lancé”, declaró la actriz gallega al diario Levante.
En resultado es ya de sobra conocido, Nerea es una de las jóvenes promesas del cine español y pronto tendrá presencia de nuevo en la pequeña pantalla: “Escuchar a gente que sabe mucho de esto decir que has hecho un gran trabajo es un orgullo, esto me lo ha dado La isla mínima”, cuenta la actriz en La Voz de Galicia.
Un éxito que celebra al lado de su pareja, un guionista y presentador consagrado que desde el año 2006 es uno de los protagonistas de uno de los programas de televisión con más audiencia de nuestro país. En los últimos meses los hemos visto juntos pisado la alfombra roja del Festival de Cine de Málaga y también en el Festival de Televisión de Vitoria.
Pero estos dos enamorados no sólo pisan juntos en las alfombras, ya que también son muy aficionados a demostrar su destreza sobre una tabla. Juan y Nerea disfrutan del snowboard en invierno y del skateboard en verano, por lo que no es difícil encontrártelos -en una estación de esquí o en las calles de la capital- deslizándose a toda velocidad.
Aunque Nerea sólo tiene ojos para el guionista, lo cierto es que ahora está rodeada de algunos de los chicos más guapos del panorama actual. Después de rodar junto a Jesús Castro en La isla mínima, prepara secuencias junto a Alex González en El Príncipe. Sin duda, esta gallega se está convirtiendo en una de las chicas más envidiadas de nuestro país.
