George Clooney, dispuesto a renunciar al título de ‘soltero de oro’

Michelle Pfeiffer y Nicole Kidman perdieron su apuesta. Las actrices pronosticaron que George Clooney se casaría y sería padre antes de cumplir cuarenta años. Una apuesta de miles de dólares que no llegó nunca a saldar, ya que el propio Clooney quiso ir más lejos y jugar a “doble o nada” hasta cumplir 50. Volvió a ganar. Pero ahora que Clooney ha cumplido 53 –el pasado 6 de mayo- las cosas han cambiado sustancialmente. El actor está dispuestísimo a dar el ‘sí, quiero’ a la bella abogada británica de origen libanés Amal Alamuddin, de 36 años, que nada tiene que ver con las anteriores novias del actor. Se dice que George habría protagonizado una romántica petición de mano, el pasado 22 de abril, arrodillándose ante la que se va a convertir en su mujer, y ahora ha querido celebrarlo con sus amigos. Su mejor amigo y socio, Rande Gerber, y su esposa, Cindy Crawford, así como los músicos Bono, que también celebraba su 54 cumpleaños, y The Edge, de U2, entre otros, fueron testigos de una reunión informal celebrada en el Café Habana de Malibú. Cogidos de la mano y dando muestras de lo enamorados que están, la nueva pareja de Hollywood reapareció tras unas idílicas vacaciones en Cabo San Lucas (México). Siete meses le han bastado para tomar esta importante decisión por la que renunciaría al título de soltero de oro por excelencia de Hollywood.

A pesar de haber estado casado en una ocasión, lo hizo en 1989 con Taila Balsam, de quien se divorció en 1993, Clooney siempre le ha precedido su fama de galán y conquistador. Por su vida han pasado muchas mujeres, aunque algunas le marcaron más que otras, Stacy Keibler, Elisabetta Cannalis, Renée Zellweger, Krista Allen, Lisa Snowdon o Sarah Larson, pero ninguna de ellas consiguió llevarle hasta el altar. Ha sido Amal Alamuddin, la abogada más cotizada de Londres, la que ha logrado conquistar al galán de cine. Nacida en Beirut pero criada en Londres, tiene dos licenciaturas: en inglés por la Universidad de Oxford, y en Derecho, por la Universidad de Nueva York. Habla inglés, francés y árabe y ha formado parte de diversos equipos jurídicos clave de los últimos años relacionados con conflictos en Oriente Medio. Su trabajo con más repercusión mediática ha sido representar a Julian Assange, fundador de Wikileaks. También ha sido asesora de Kofi Annan para la guerra de Siria y es miembro de un panel de expertos para luchar contra la violencia de género en zonas de guerra. Actualemnte trabaja para el bufere londinense Doughty Street Chambers como especuialista en derecho internacional, criminal, derechos humanos y extradición.