Poco a poco, Brad Pitt está cumpliendo su sueño de convertirse en un productor de éxito aclamado en todo el mundo. Después de producir películas como Come, reza, ama o World War Z, su gran éxito ha sido este año con 12 años de esclavitud, que le permitió subir al escenario del Dolby Theatre para recoger el Oscar a la Mejor Película del año. La cinta, que también se llevó el premio de Mejor guion adaptado y Mejor actriz de reparto, que recibió una emocionadísima Lupita Nyong'o, ha catapultado a Brad a lo más alto gracias a la desgarradora historia sobre la esclavitud dirigida Steve McQueen y le ha dado la preciada estatuilla que hasta ahora no ha conseguido como actor.
El actor ha dejado el listón muy alto, pero no parece dispuesto a bajarlo ni un solo milímetro. Brad acaba de presentar su nuevo trabajo como productor, Big Men, un comprometido documental escrito y dirigido por Rachel Boynton, que refleja el poder del petróleo en la vida, los negocios y la política tanto en Norteamérica como en África.
La historia central gira entorno a un pequeño grupo de exploradores americanos de la petrolera Kosmos Energy, con sede en Dallas (Texas), que, entre 2007 y 2011, descubrieron el primer pozo de petróleo en Ghana. Simultáneamente, también filmaron por los pantanos delta del río Níger (Nigeria) a un grupo de activistas para mostrar el otro lado de la economía del petróleo: los que intentan sacar provecho de la situación a cualquier precio. "Entonces, ¿qué sucede cuando un grupo de personas que se mueren de hambre descubren un inmenso lugar lleno de oro en uno de los lugares más pobres de la tierra? Vigila tu espalda: las empresa, el gobierno y los hombres quieren salvarse y todo el mundo quiere ser grande", dice la sinopsis de la página oficial del documental.
Aunque todo el proceso le ha llevado más de seis años, Boyton reconoce sentirse muy orgullosa del resultado tal y como aseguró durante la proyección especial de la cinta que tuvo lugar en Sundance Sunset Cinema de Los Ángeles. A su llegada, un cautivador Brad acaparó todas las miradas a pesar de que llevaba un look de lo más informal, combinando una chaqueta y pantalón de color 'beige', botas y camiseta básica blanca. El actor aportó ese toque que le hace inconfundible con unas gafas de sol.
Mientras Pitt estaba presentando su nuevo trabajo como productor en Los Ángeles, Angelina Jolie puso rumbo a Londres para presentar su segunda película como directora, Unbroken, que está previsto que se estrene en España el 2 de enero de 2015. La actriz, que el día anterior había estado promocionando la cinta en el CinemaCon de Las Vegas, fue fotografiada llegando al aeropuerto de Heathrow acompañada de dos de sus hijos, Maddox, de 12 años, y Zahara, de nueve.
Tras cumplir con sus compromisos, Angelina volvió a subirse al avión, esta vez para viajar hasta Sarajevo para promulgar un mensaje de paz. Una vez más, demostró que no es sólo una de las actrices más bellas e influyentes de Hollywood, sino que también es una mujer comprometida con las causas que apoya. Jolie ha participado en una conferencia contra la violencia celebrada en la capital de Bosnia-Herzegovina, donde también estuvieron algunas altas instituciones del país. La actriz y directora lució un maquillaje muy natural y un total-look negro en el que combinó unos cómodos pantalones con una sencilla camiseta, blazer y botas.
Durante su visita, la actriz estadounidense participó en el seminario "Prevención de la violencia sexual en los conflictos. Fortalecimiento del papel de las fuerzas de seguridad en operaciones de apoyo a la paz" forma parte de un proyecto iniciado hace dos años para prevenir el que considera uno de los crímenes más graves que afectan a los civiles durante los conflictos bélicos. "Para muchas personas en Bosnia-Herzegovina, la ayuda internacional llegó demasiado tarde y sé que esto les duele", dijo Jolie, embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, al hablar de los crímenes cometidos durante la guerra de Bosnia (1992-1995).
Jolie fue nombrada en 2012 ciudadana de honor de Sarajevo por su apoyo a la capital de Bosnia, país que ha visitado en varias ocasiones. De hecho, debutó como directora de cine con En tierra de sandre y miel, que narra una historia de amor desarrollada durante la guerra bosnia.
La actriz, que estuvo en todo momento acompañada del ministro de Exteriores del Reino Unido, William Hague, se desplazó también al centro memorial de Potocaria, en Srebrenica, donde se reunieron con los familiares de víctimas musulmanas de la matanza cometida por tropas serbobosnias en 1995 y con mujeres víctimas de la violencia sexual en la guerra bosnia.
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