La fuerza del mar a veces juega malas pasadas sobre todo si no te lo esperas. Que se lo pregunten si no a Anne Hathaway que se llevó un buen “revolcón marino”, vamos a bautizarlo así, durante sus vacaciones en Oahu, Hawai. La zona es un auténtico paraíso para los surfistas por la calidad de las olas, protagonistas de este deporte acuático. Sin embargo, la tal vez poca experiencia de la artista subida a una tabla hizo que se llevara un buen susto.
Anne se cayó, debido a la fuerza del agua, y manoteó para salir a flote, mientras desde la orilla su marido Adam Shulman le hacía señas para que saliera del agua. “¡Ven hacia aquí!” parecía gritarle. Una vez recuperada la estabilidad, nadó hasta la arena y volvió a su toalla con el gesto serio, seguro que con el miedo metido aún en el cuerpo.
Ya más relajada dejó que su marido, solícito y cariñoso, le colocara una tirita en un dedo del pie en el que se hizo daño, quizá con alguna piedra o concha. Tras agradecérselo con un beso, se fueron a dar un paseo para tranquilizarse y disfrutar del relax del paraje y el buen tiempo (que contrasta con la ola de frío que asola Estados Unidos), en el que se mostraron muy enamorados.
Tras haber celebrado su primer aniversario de boda el septiembre pasado, están así de bien y seguro que esta escapada de año nuevo ha sido algo así como una segunda luna de miel.
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