Olivia Molina y Sergio Mur están interpretando el mejor papel de sus vidas: el de padres. La pareja de actores vive en una nube de felicidad desde la llegada al mundo de su hija Vera el 23 de agosto del año pasado. Y así de radiantes les hemos visto esta semana en el aeropuerto de Ibiza con su pequeña. A pesar de ser padres primerizos, Olivia y Sergio se desenvuelven muy bien con Vera. Mientras el actor empujaba el carrito con el equipaje, la actriz llevaba en brazos a la niña. Después intercambiaron los papeles y fue Sergio quien cogió a su hija para que Olivia hablará por teléfono.
Vera, que está a punto de cumplir un añito, demostró ser una niña muy despierta. Con un vestido de flores, leggings grises y unas zapatillas verdes, la pequeña no paró de jugar y reirse mientras sus padres hacían todos los trámites propios del aeropuerto. Por cierto, Vera ha comenzado a dar ya sus primeros pasos, algo que ha llenado aún más de felicidad a Olivia y Sergio.
Para la actriz, que sufrió un aborto natural antes de dar a luz a su pequeña, la maternidad está siendo muy especial y piensa disfrutarla al máximo. En un principio, Olivia tenía pensado incorporarse al trabajo como parte del reparto de Gran Reserva. El Origen. La actriz iba a dar vida a Sofía Reverte en su juventud, personaje que encarna su madre, Ángela Molina. Sin embargo, en el último momento dio marcha atrás y la productora pensó en la actriz Verónica Sánchez para el papel. Quien sí se incorporó a la serie fue su pareja dando vida a Roberto Vega, uno de los trabajadores de las bodegas Cortázar.
Olivia y Sergio se conocieron durante el rodaje de la serie Física o Química, y tal fue la atracción que surgió entre ellos que la relación sentimental que mantenían en la ficción, donde daban vida a dos profesores de instituto, traspasó la pequeña pantalla. El nacimiento de Vera el verano pasado llenó de felicidad a la pareja que vio así uno de sus sueños cumplidos: el de formar una familia. "Es el paso más importante que hemos dado en nuestras vidas. El momento más maravilloso que nos podríamos haber imaginado", contaban en las páginas de la revista ¡HOLA!.
