Da igual que se pase varias horas en un avión, que jugando con su hija en el parque, que trabajando en el set de rodaje, Milla Jovovich siempre está perfecta, con o sin maquillaje. Su genética natural es envidiable y su hija Ever Gabo ha tenido el privilegio de heredarla.
Si de pequeñita ya apuntaba maneras, ahora a sus cuatro años y medio, el parecido con su madre es innegable. Su piel, el color de sus ojos, la forma de sus labios… Ever tiene todas las papeletas para convertirse en la digna sucesora de Milla, aunque aún es demasiado pequeña para saber si seguirá los pasos de su madre tanto en el mundo de la moda como en el de la interpretación.
Esta semana la familia al completo se ha dejado ver en el aeropuerto de Los Ángeles, Milla, sin una gota de maquillaje, y con un conjunto informal compuesto por una chaqueta de color beige sobre un top negro y unos ajustados pantalones con bailarinas negras y su marido, el director Paul WS Anderson con la pequeña Ever en brazos, quien lucía para la ocasión una llamativa chaqueta amarilla con una falda de flores.
Aunque parecían muy relajados, lo cierto es que la actriz y Paul, con el que lleva casada tres años, cuentan ya las horas para ponerse manos a la obra y comenzar la promoción de la nueva película de Resident Evil, dirigida por Anderson y protagonizada por Jovovich, cuyo estreno esta previsto para el 14 de septiembre.
