Para muchos ayer no fue sólo lunes, sino el día siguiente a que Angelina Jolie luciera pierna con un espectacular diseño de Atelier Versace. Sólo un día después de que su interminable pierna causara sensación en la alfombra roja de los Oscar, ha vuelto a su rutina y ha cambiado en cuestión de horas su papel de irresistible estrella de Hollywood por el de madre. Tanto ha impactado su pose luciendo pierna, que en la red sigue siendo de lo más comentado y las imágenes han inundado las redes sociales.
Pero ajena a los comentarios sobre el acertado “look” que llevó en la gala, continúa con su ajetreada vida de madre trabajadora con seis hijos porque una vez se apagan los focos de la gran fiesta del cine, toca volver al día a día. Ayer lunes, aprovechó la tarde para ir de compras con los pequeños de la casa, los mellizos Vivienne y Knox, y con su suegra, Jane, quien también estuvo en la gala junto a su marido, William Pitt. En parte, los niños de la pareja son ajenos a la relevancia que tienen sus padres en el mundo del cine, porque, como dijo la protagonista de Tomb Raider en el Hollywood and Highland Center de Los Ángeles, sólo se limitaron a contarle a los niños que tenían que ir a trabajar por la noche, a lo que ellos respondieron: “volved pronto”, y que todavía no quieren que vean la gala de Oscar en la televisión porque consideran que no es para niños de su edad.
En estas últimas imágenes de los mellizos de de Brad y Angelina se ve que a medida que van creciendo se van pareciendo más aún a ellos, sobre todo el niño, que iba vestido estilo motero, podría decirse que la viva imagen del actor. Knox llevaba con pantalón ancho, botas de motorista y una cazadora de cuero, que debía ser de alguno de sus hermanos mayores porque le quedaba un poco grande, mientras que Vivienne, llevaba un moderno trench, con un vestido blanco, leggins negros debajo y unas bailarinas de color rosa con brillantes.
Angelina y Jane disfrutaron juntas de esta tarde de tiendas, pero sobre todo disfrutaron viendo tan felices a los niños, que iban caminando por la calle cogidos de la manita y después Vivienne, se subió en brazos de su madre, la abrazó y no paró de sonreír.
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