Tras años de 'separación profesional', Antonio Banderas, protagonista de la última película de Pedro Almodóvar, La piel que habito, ha asegurado que este proyecto, el primero en el que colaboran tras Átame, ha supuesto de alguna manera el perdón del director manchego, quen consideró su ida a Hollywood como "una traición", en palabras del actor.
Días antes del estreno de su nueva película en los cines franceses, y mientras pasa unos días en España, donde acaba de celebrar su cumpleaños y el de su mujer, Melanie Griffith, el periódico francés, Le Journal du Dimanche, publica estas sinceras declaraciones del actor: "Él me había creado, yo en cierto sentido era algo suyo. Vio mi partida como una traición. Ha necesitado tiempo para perdonarme", aunque aseguró que durante estas dos décadas han hablado por teléfono y se han visto "regularmente".
En 1991, cuando Almodóvar le propuso actuar en Kika, Banderas acababa de recibir una oferta como protagonista en la película estadounidense Los reyes del mambo. Y, según cuenta el actor, el director no pareció aceptar de buen gusto el rechazo aunque aclara: "jamás le ha guardado rencor, Almodóvar es un genio que ha revolucionado el cine" y continúa afirmando que es una persona a la que quiere, ha querido y querrá. Al parecer, los dos tuvieron siempre en mente la posibilidad de reencontrarse en un rodaje, pero a menudo había algo que se interponía en sus caminos.
Con su nuevo proyecto, La piel que habito, finalmente, Almodóvar le ofreció un papel totalmente distinto a lo que estaba acostumbrado, algo a lo que el actor no pudo negarse: "Se trata de un psicópata, pero Pedro me lo dejó claro muy rápido: 'Nada de hacer un monstruo. No quiero algo al estilo Hollywood, esta vez vas a tener que ser sutil". "Me empujó hacia un registro que no era el mío, me hizo superar mis limitaciones, explorar mi lado oscuro. Y he salido de ello como mejor actor. Encontré la misma excitación que en nuestros primeros filmes, el mismo deseo de Pedro de sorprender, de hacer lo mejor y de manera distinta. En resumen, envejece pero no cambia", termina afirmando Banderas.
Sobre las horas de grabación, el actor bromea diciendo que Almodóvar sigue siendo el mismo director '"infernal" de siempre y que las escenas se repiten "hasta que obtiene exactamente lo que quiere (...). Entonces te muerdes la boca porque todo eso está al servicio de una formidable visión artística".
El malagueño asegura que, pese a todo, se queda con ganas de repetir la aventura: "Le dije que me encantaría que rodáramos una comedia". A lo que el director manchego le contestó: "Lo veo mal. Tengo la intención de no hacer más que thrillers".
