“Esto solo pasa una vez en la vida y tiene un gran valor para mí. Por eso he venido expresamente desde Italia”. Sofía Loren agradecía así el homenaje que le ha rendido la Academia de las Artes y las Ciencias de Hollywood. Rodeada del cariño de sus hijos Carlo y Edouardo Ponti, y sus compañeros de profesión, la legendaria actriz de fama mundial y dama del cine fue recibida en el auditorio con el público en pie y una gran ovación.
Con la elegancia y la distinción que le caracteriza, Sofía, de 76 años, puso la nota de glamour a esta gala a la que asistieron otras estrellas del séptimo arte –Billy Cristal, Christina Ricci, Eva Mendes, Rob Marshall...- para rendir homenaje a la diva italiana. Con un elegante vestido negro acompañado de valiosas joyas, Sofia Loren posó ante la popular estatua de los Oscar, recordando así el momento en el que consiguió ella el ansiado galardón por la película Dos Mujeres, de Vittorio de Sica, en 1961. Su debut en Hollywood fue tan sólo cuatro años en la película junto a Cary Grant y Frank Sinatra en Orgullo y pasión en 1957.
Durante la gala, amenizada por Billy Cristal, se proyectaron varios vídeos sobre la trayectoria de la actriz que tantos momentos inolvidables nos regaló. Su Oscar por Dos mujeres; Matrimonio a la italiana, con la que ganó su segunda nominación a un Oscar como actriz principal; Ayer, hoy y mañana, cinta que ganó el Oscar a la mejor película extranjera y que coprotagonizó junto a Marcello Mastroianni. Su hijo Edoardo Ponti, director de cine y casado con la actriz Sasha Alexander, también quiso aportar su granito de arena y reconoció que lo más fascinante de su madre es la forma en que se entrega a cada película como si fuera la primera. "El mismo entusiasmo, la misma pasión y valor que la hace que sobresalir”.
Hollywood para ella fue como un sueño hecho realidad. La actriz se crió en condiciones muy humildes en un pequeño pueblo en las afueras de Nápoles. Fue descubierta en un concurso de belleza de Roma por el productor Carlo Ponti, que posteriormente se convertiría en su marido. Tras recibir unas clases de interpretación, su primer trabajo fue de extra en la cinta Quo Vadis en 1951. Tres años después obtuvo el papel que la hizo famosa Oro de Nápoles y de ahí en adelante obtuvo éxito tras éxito. Su época dorada llegó a finales de los 50 y los años 60, en los que ya obtuvo reconocimiento internacional. A partir de ahí su ascenso ha sido imparable, ha llegado a lo más alto, tanto en el terreno personal como profesional. En 1991 recibió el Oscar honorífico por toda su carrera y en los últimos años ha recogido reconocimientos por su trayectoria en festivales en EE.UU. y Europa.
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