Los rumores sobre un posible distanciamiento entre Tom Cruise y Katie Holmes no han hecho más que aumentar en los últimos meses. Pero si nos ceñimos a estas imágenes, la pareja parece que no está pensando en separarse. Ayer era el cumpleaños de Katie y su marido no se separó de ella en todo el día.
Por la mañana se enfundaron ropa deportiva y acudieron a un conocido gimnasio de Nueva York para ponerse en forma. Los dos optaron por el color gris y evitaron los flashes de los fotógrafos con unas oscuras gafas de sol. Por la noche, Tom invitó a Katie a una romántica cena y pudimos ver a la pareja con un gesto más relajado y sonriente. En esta ocasión, los actores, que salieron de su domicilio de la mano, también iban vestidos del mismo color. Katie llevaba unos pantalones pitillos y un abrigo con incrustaciones de cuero mientras que Tom lucía unos vaqueros y una cazadora de piel para protegerse del frío de la ciudad de los rascacielos.
El día anterior, el matrimonio Cruise-Holmes pasó una divertida tarde junto a su pequeña hija, Suri, de cuatro añitos. Los tres asistieron a ver El Cascanueces representado por la prestigiosa compañía New York City Balle. Suri, con un vestido violeta y unas Uggs rosas, entró de la mano de su mamá a los camerinos de los bailarines para saludarles. El actor tuvo que volar desde Vancouver, donde se encuentra rodando la cuarta entrega de la película Misión Imposible, para estar con su familia y Katie Holmes hizo un alto en el rodaje del filme Jack and Jill para celebrar por todo lo alto su 32 cumpleaños.
