Ashley Judd partió prudente dentro de la jauría de Hollywood. Se pagó sus estudios de interpretación a base de servir muchas mesas y trabajar duro. Sabía lo que significaban jornadas de sol a sol para salir adelante. Lo había aprendido de su madre, que tras muchas fatigas logró su sueño: convertirse en cantante de country. En 1995, tuvo su gran oportunidad junto a unos compañeros de auténtico lujo: Al Pacino, Robert de Niro, Val Kilmer, Jon Voight y Tom Sizemore. Heat era el filme y supuso para la bella Ashley Judd entrar en el Séptimo Arte por la puerta grande.
Un arranque tan espectacular, no la favoreció en exceso. Cada vez que se la veía en un proyecto, muchos eran los que la comparaban con su trabajo pasado. Hasta que ella puso estabilidad a su vida, se casó en diciembre de 2001 con el piloto de carreras Dario Franchetti, y recondujo su carrera hacia metas doradas. Tras el triunfo del amor, se embarcó en proyectos que prometen ser un espaldarazo definitivo para su carrera. De Frida a Clan Ya-Ya sin olvidarse de ese filme tan esperado, con aires de cómic y Ashley Judd de gata enigmática: Catwoman con la actriz en los tejados... del éxito.
