Desde que se hizo pública su relación, Jennifer López y Ben Affleck no se han separado. Varias han sido ya las ocasiones en las que se ha podido ver a la pareja en actitud cariñosa, en el lujoso Bentley del actor -la publicación de las fotografías no hizo sino confirmar una relación que se conocía desde hacía tiempo-, por la calle o de compras. Y es que la diva y el nuevo héroe de cómic -pronto llegará a las pantallas Daredevil-, no esconden su amor, incluso a sabiendas de que son el centro de los objetivos de los fotógrafos.
Pareja personal y profesional Unidos por la película Gigli en cuyo rodaje se conocieron, Ben Affleck y Jennifer López vuelven a compartir pantalla, ya como pareja en lo profesional y lo personal, en Jersey Girl, filme en el que se casan.
Aprovechando precisamente un descanso en la producción, el actor acompañó a su novia a probarse ropa, protagonizando ambos unas divertidas escenas. Fue, según parece, una prueba de fuego para Affleck, que tuvo que esperar durante largo rato a la puerta del probador, mientras Jennifer, de vez en cuando y a través de la puerta entreabierta, le daba pantalones, blusas y faldas. Cuando Jennifer López salió del probador premió la paciencia de su novio con un romántico beso para después, volverse hacia los fotógrafos con el pulgar hacia arriba en señal de OK.
Una fiesta sorpresa Como decíamos, la pareja se conoció durante el rodaje de Gigli, comenzando rápidamente una buena amistad -el actor llegó a pagar una suma de dinero para salir en la prensa defendiendo a la artista de las acusaciones de diva-. Al parecer, y según publican varios rotativos, ambos habrían pasado varios fines de semana en casa de Jennifer en Los Ángeles mientras que Ben Affleck rodaba allí Daredevil,, y el actor fue cómplice de la sorpresa que le prepararon a Jennifer López sus amigos el pasado 24 de julio, día de su 32 cumpleaños.
Según parece él la invitó a una cena íntima en el Park Eatery, uno de los restaurantes más chic de Nueva York, pero cuando llegaron, la cantante se encontró con una gran fiesta que no esperaba. Incluso el protagonista de Pearl Harbor le regaló un brazalete de diamantes.
