En su casa de Saint-Tropez, al sur de Francia, y con 90 años, ha fallecido Jean-Pierre Aumont, uno de los mejores actores que ha dado el país galo. Con más de cien películas a sus espaldas, había escrito también sus memorias, Souvenirs provisoires, y varias obras de teatro de notable éxito que ayudaron a reforzar su imagen de hombre capaz de hacer todo bien y sin mucho esfuerzo.
Aumont destacó por sus papeles románticos a ambos lados del Atlántico, tanto en su país natal como en Hollywood, lugar donde desarrolló una parte importante de su prolífica carrera. Jean-Pierre Salomons, su verdadero nombre, había nacido en París en el año 1911. Estudió en el conservatorio e hizo teatro y cine hasta que se refugió de los nazis en Estados Unidos. Participó activamente en la Segunda Guerra Mundial -liberación de Roma y desembarco en la Provenza- y fue condecorado por ello. Una vez finalizada la contienda, comenzó a alternar las producciones francesas y americanas. Se casó dos veces, con María Montez, con la que tuvo una hija, y con Marisa Paván.
Entre sus películas destacan las interpretaciones en: L’Equipage,El diablo de las cuatro,La noche americana o Los siete pecados capitales.
En 1991 fue homenajeado por el cine francés en la ceremonia de los premios Cesar. Su último papel fue en la serie televisiva El conde de Montecristo, en 1998, una adaptación de la novela de Alejandro Dumas.
