Dedales de seda, el accesorio de la rutina 'beauty' coreana que logra una piel suave

Un método exfoliante muy sencillo contra puntos negros e impurezas

Por Sara Alcoceba

Hay muchas que ya hemos adoptado la rutina de belleza coreana como un ritual esencial en nuestro día a día. Conseguir una piel limpia, luminosa y brillante es uno de nuestros objetivos y, ahora más que nunca, la cuidamos con determinación. El efecto glass skin es tendencia y no solo por estética, también por salud. La k-beauty se ha convertido en una de las más populares gracias a los resultados que ofrece y a todas las novedades en cosmética que vienen de Corea del Sur. Lo primero que nos enseñaron las coreanas es que la limpieza facial es fundamental para nuestra piel y que todos los trucos que ellas tienen para aplicar el limpiador facial son básicos para cuidarla. 

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Dentro de la limpieza también hay un paso importante que tenemos que hacer en nuestra rutina una o dos veces al mes, dependiendo de las necesidades que tenga nuestra piel, y ese es la exfoliación. Esta ayuda a eliminar las pieles muertas y a prevenir la aparición de acné y puntos negros, lo que contribuye a una piel lisa y luminosa. Y, como no podía ser de otra manera, las coreanas tienen también un método infalible para exfoliar su rostro y conseguir este efecto. Hablamos de los dedales de seda, que están elaborados con capullos de gusanos de seda 100% natural y que ayudan a despedirte de los puntos negros de una vez por todas. Se trata de dos bolitas, que te colocas en los dedos y que puedes pasar suavemente por la piel mientras hacen su trabajo.

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Cómo usar los dedales de seda para exfoliar la piel

Lo primero que tienes que hacer es humedecer los dedales con agua templada. En un recipiente, coloca agua tibia y humedece con ella dos dedales durante tres minutos. A continuación, colócalos en tus dedos índices y frota suavemente por tu rostro, incidiendo en la zona T (frente, nariz y barbilla) que es donde más puntos negros suelen aparecer. Una vez hayas terminado, retira los dedales y limpia tus dedos. Déjalos secar en una zona segura, si los cuidas adecuadamente podrás utilizarlos hasta tres veces cada uno. 

¿Qué hacer después de exfoliarme el rostro?

Una vez hayas utilizado los dedales de seda exfoliantes, lávate la cara con agua tibia y sécala con ayuda de una toalla mediante pequeños toques en el rostro. A continuación, aplícate el tónico facial adecuado a tu tipo de piel y continúa con el siguiente paso: la hidratación. Si es de día, no olvides terminar tu rutina de belleza aplicando protector solar, ¡va a ser tu mejor aliado para prevenir manchas y arrugas prematuras!