Correctores de colores, ¿para qué sirve cada uno?

Te damos las claves para aprender a 'pintar' tu rostro con estos productos que te ayudarán a disimular imperfecciones y lucir una piel perfecta

Por Cristina Álvarez

Verde, morado, rosa, amarillo, naranja... Seguro que si eres usuaria habitual de Twitter, Instagram, YouTube o Snapchat has visto innumerables fotos y vídeos con chicas que se pintan la cara (literalmente) con productos que tienen estos llamativos colores. Lejos de quedar hechas un 'cuadro' y parecer payasos, estos nuevos correctores hacen magia y con ellos conseguirás una piel impecable, unificando el tono del rostro. Pero, ¿cómo se utilizan? ¿para qué sirve cada uno? Para responder a todas estas preguntas hemos contado con la ayuda de varios expertos que nos han dado las claves para que aprendas a sacarles el máximo partido.

"Los correctores de color son productos que neutralizan las imperfecciones o problemas específicos relacionados con la tonalidad de la piel; por ejemplo, hiperpigmentación, piel cetrina o amarillenta, granitos, ojeras, rojeces…", nos explica Ariana Suárez, formadora nacional de By Terry, que añade: "Cada color corrige el tono contrario (y los contiguos) en el círculo cromático".

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Hay muchos colores de correctores, pero los más destacados son:

- Blanco: Ilumina más que corrige, pudiendo utilizarlo para crear volúmenes y elevar ópticamente zonas hundidas del rostro.

- Rosa: Corrige el tono de la piel cetrina y amarillenta en pieles claras y medias, aportando un efecto saludable y descansado.

- Amarillo/'beige': Cubre las ojeras azuladas y moradas, y también las manchas tenues.

- Melocotón/salmón: Aporta un aspecto saludable a las pieles medias y oscuras, además de corregir manchas oscuras, pecas, y ojeras amarronadas y muy oscuras.

- Verde: Conseguiremos camuflar las rojeces y los odiados granitos, neutralizando el aspecto enrojecido de la piel.

- Azul/malva: Ideal para las pieles pálidas (amarillas) para refrescarlas y aportar luz neutralizando el aspecto opaco de la piel.

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El truco es, tal y como nos explica Patricia Alonso, Color Expert de Clinique, "utilizar el color adecuado de corrector para nuestra piel, aplicándolo antes de la base de maquillaje". "Los correctores se utilizan como primer (pre-bases), por lo que se deben aplicar debajo del maquillaje. Primero neutralizamos y luego unificamos el tono de la piel con la base. Para hacer más sencillo su uso y conseguir un resultado más natural, recomiendo las texturas fluidas evitando correctores en polvo. Las texturas en crema mejor sólo para zonas pequeñas y localizadas, como manchas u ojeras", añade.

Junior, maquillador internacional de Dior, nos ofrece otras opciones de uso de estos correctores. "A veces las clientas me comentan que no utilizan sombra de ojos porque tienen la piel del párpado muy pigmentada. Ese tono muy oscuro, a veces grisáceo, anula el color de la sombra de ojos. Con un corrector salmón o amarillo, podemos anular esta pigmentación natural y potenciar el color de las sombras de ojos". Consejo de aplicación: de manera general, las barras correctoras de color se aplican directamente sobre la piel y se difuminan con los dedos.

Por último, Pamela Pintado, Experta en belleza de Marc Jacobs, opina que "se pueden usar antes o después de la base de maquillaje y son perfectos para corregir necesidades específicas. Además, suelen ser matificantes. Se aplican en distintas zonas del rostro: encima de los pomulos, en la zona T, en las pequeñas imperfecciones (granitos)".