Tan navideño como los villancicos o el turrón. Y casi igual de inevitable. Nos referimos a las noches de fiesta. Cenas y veladas en las que nos apetece estar especialmente guapas, sacar la artillería pesada del maquillaje y desplegar todas las armas de seducción.
Hay que reconvertir el acto de prepararse en el despegue mismo de la fiesta. Un poco de música, quizás una copita de champán (sólo una, a no ser que queramos un maquillaje borroso…) y un ratito de tranquilidad para sacar pinceles y brochas pueden convertirse en una agradable ceremonia íntima. Y para que además de reconfortante, nos permita estar a la última, recopilamos las últimas y más novedosas tendencias de maquillaje de fiesta.
Labios mates. Al gloss le queda aún mucha vida, pero frente al sempiterno brillo se abren paso con cada vez más fuerza las fórmulas mates, que no son sinónimo de seco, sino de una terminación aterciopelada.
Efectos de strass en lugares inesperados. Un eyeliner que centellea como un faro. Una máscara de pestañas que las deja cuajadas de perlitas como diamantes. Sombras de brillo de alta intensidad que se aplican también por el párpado inferior. Este tipo de efectos especiales da un aire nuevo y diferente al maquillaje y reinterpreta el strass antes reservado a la ropa o los complementos.
Moderación con el brillo. Se acabaron los resplandores de minilentejuelas muy llamativos. El brillo más actual es muy sutil, como un efecto ligeramente metalizado o nacarado donde se observa un resplandor muy delicado. Huye de los iluminadores que dejan rastros de luz y apuesta por los que crean un efecto ‘soft focus’ mucho más difuminado.
Destierra la palidez. Una semana antes de los grandes eventos, prepara tu piel con autobronceador. Ya se sabe el proceso: exfoliación, aplicación uniforme de producto, repetición si se quiere un color más intenso… La ropa de fiesta favorece más si reducimos un poco esa blanco cutáneo tan típico del invierno.
