Un estómago plano es un must si queremos tener un cuerpo de portada, de playa o sencillamente verte bien en el espejo. Te pasamos unos consejos que debes aplicar cotidianamente para poder ganarle un par de agujeros al cinturón.

1- Entrena, pero no tanto: Aunque cada vez menos, aún existe la creencia de que cuantos más abdominales se hagan más plano va a estar nuestro abdomen. No es exactamente así. Si bien es cierto que un abdomen bien tonificado es necesario para tener el vientre plano, no es el único requisito, también hay que llevar a raya la grasa acumulada en la zona. Y esta grasa no se elimina realizando series y series de abdominales. Así que trabaja un poco la pared abdominal pero ni mucho menos te obsesiones con los ejercicios abdominales.

2- Corre: Correr tiene un doble beneficio: Durante la carrera, por un lado la pared abdominal lleva una contracción permanente que ayuda a tonificar la zona, y por el otro quemamos una elevada cantidad de calorías. Un dos por uno muy agradecido.

3- Evita las comilonas: No hay peor obstáculo para disfrutar de un vientre plano que la falta de orden en las comidas. Es muy difícil obtener éxito en este proceso si eres de las que apenas comen por el día, seguramente debido a las múltiples obligaciones, y llegada la noche ingieres todas las calorías de una sentada. O si a la hora de la comida vas al restaurante y te pides los dos platos y el postre del menú. No olvides que debes repartir al menos en 5 ingestas las calorías de cada día. Evitarán la sensación de pesadez y de volumen estomacal.

4- Frutas y verduras: Son el mejor aliado que encontrarás para mantener un aparato digestivo ligero. Tienen digestiones fáciles, pocas calorías, muchas vitaminas y minerales, y sobre todo te ayudan a ir al servicio, que es otro de los pilares para tener un vientre plano.

5- Duerme bien: Durante el sueño el cuerpo se relaja y esto ayuda a mejorar el tránsito intestinal notablemente. Es uno de los factores que más se nos olvidan y es de los más importantes.