Tras la cuarentena y con el nuevo uso obligatorio de la mascarilla, la piel sufre más que de costumbre. El estrés, la calefacción o el aire, o los cambios en el sueño han podido alterarla durante las últimas semanas, y ahora la suciedad puede reaccionar debido a que está cubierta por un -imprescindible- accesorio higiénico con el que debemos salir a la calle. Por estas razones, una limpieza facial profesional es el ritual con el que deberías cuidarte en tu próxima visita a un centro de belleza.

La mayoría de limpieza facial son personalizados, aunque todos ellos incluyen una leche limpiadora u otro producto suave a tal fin, una exfoliación, la extracción de la suciedad propiamente dicha (que puede hacerse de distintos modos, manuales o técnicos) y una crema, sérum o tratamiento para rehidratar la piel al final.

Para prolongar los resultados en casa, es muy importante limpiar e hidratar la piel a la mañana y a la noche. Además, los expertos recomiendan exfoliarla un par de veces por semana (según el tipo de piel) y utilizar cosméticos con ácido hialurónico, el activo más hidratante.