Láser y IPL (o luz pulsada de intensa) no son lo mismo, y tampoco son iguales sus aplicaciones en medicina estética. Conocer las diferencias entre uno y otro es esencial para encontrar el tratamiento que mejor solucionará nuestra necesidad: borrar manchas, atenuar marcas de acné, depilación...

El láser es una luz coherente con un objetivo único, o por decirlo de otra manera, un “rayo ampliado”, por lo que tiene una alta eficacia. La IPL, sin embargo, se desdobla en varias direcciones. Es más difusa (y suave) pero solo actúa en los colores seleccionados.

La eliminación del vello no deseado es el procedimiento en el que más longitudes de onda se manejan, ya que se valora la pigmentación de la piel y la del cabello para elegir un sistema u otro, pero el láser suele ser más efectivo.

Para rejuvenecimiento facial, lo último son las máscaras LED (Luz de Emisión de Diodo, que no es lo mismo que láser Diodo), con un conjunto de haces de luz muy suaves que mejoran la calidad de la piel. El último tratamiento es la fluorescencia, similar al anterior. Consiste en aplicar un gel fotoconversor sobre la piel, para luego colocarla bajo una lámpara de luz LED durante 9 minutos.