Avalada por la ciencia -y en concreto por la Universad de Harvard- la dieta mediterránea tiene todo lo bueno de una alimentación completa y saludable: favorece el consumo de verduras, legumbres, frutas, pescado, cereales integrales, frutos secos y, sobre todo, aceite de oliva virgen extra.

De América a Europa, los expertos recomiendan seguir una alimentación basada en los productos tradicionales y artesanos y comer con moderación.

No importa el país o el continente en el que se tome la pasta. Cuando se trata de cuidar el peso requiere de una máxima: que esté suficientemente cocida paras masticarla bien, pero ligeramente dura. Esta forma de preparar la pasta consigue que el índice glucémico de sus carbohidratos se mantenga más bajo, lo que beneficia tanto a la salud en general como al peso.